Todo el mundo reconoce que es uno de los tres puntos más peligrosos del Mundial. Pero también todo el mundo reconoce que es un punto precioso, durísimo, vital, peligroso, pero muchísimo menos criticable que otros puntos de otros circuitos donde sí hay miedo, ya que no gozan de las medidas de seguridad de San Donato, la curva de derechas, la primera del precioso trazado de Mugello, donde este fin de semana se disputa el Gran Premio de Italia de MotoGP.

Esa curva es vital para hacer el tiempo, ese punto es un punto donde los pilotos se la juegan y reconocen que hay peligro, pero un peligro, como muy bien ha señalado esta tarde el tetracampeón del mundo Marc Márquez (Honda) “donde cada uno de nosotros escoge el nivel de peligro, de riesgo, que está dispuesto a asumir”. La razón es que San Donato viene después de una inmensa recta en la que la moto más lenta se pone a 340 kilómetros por hora y en metros, casi en palmos, ha de pasar de esa estratosférica velocidad a 90 kilómetros por hora.

San Donato ha estado siempre en el punto de mira y de exigencias de seguridad de los pilotos, los mismos que aseguran (y que ayer repitieron todos) que tiene seguridad, que la escapatoria es suficiente y que, en su día, ya se alejó el muro para evitar desgracias mayores. Pero hoy, como le ocurrió a Márquez en el 2013, cuando también perdió el control de su Honda en el año de su debue en MotoGP y salió ileso (“si sales sin heridas, sin fracturas, en un accidente en San Donato, ya puedes darte por contento, por afortunado”), el que ha perdido el control de su brutal Ducati ‘Desmosedici’, que por la mañana había alcanzado en ese punto los 356,4 kms/h, fue el probador de la firma italiana, Michele Pirro, de 31 años, 96 grandes premios a sus espaldas, y que se conoce como nadie este trazado pues prueba casi cada semana todas las piezas que Ducati pone luego en las motos oficiales de Andrea Dovizioso y Jorge Lorenzo.

Al hospital de Florencia

Pirro, que estaba siendo de los más rápidos en todas las vueltas, se estrelló y provocó el miedo, el caos, en Mugello, aunque, afortunadamente, está, sano y salvo, en un hospital de Florencia, donde le están haciendo exámenes y pruebas para que, tal vez, quíen sabe, mañana vuelva a la pista. Pirro, además, es uno de los pilotos invitados de este GP, pues no es habitual en el Mundial, ya que es un piloto probador.

El italiano sufrió un duro accidente con su ‘Desmosedici’ a final de recta, desllantando la rueda delantera y chocando contra el suelo. Inmediatamente los comisarios vieron la gravedad de la situación y mostraron bandera roja cuando faltan 28 minutos para el final del segundo entrenamientos del día.

Tras unos minutos que se hicieron eternos de tensa espera, los médicos accedieron a la pista, donde atendieron al piloto por espacio de unos momentos hasta que a las 14:32 de la tarde, Pirro fue evacuado a la clínica del circuito.