Calleja no pudo celebrar de mejor forma su partido número 50 al frente del Villarreal en Primera. Con una victoria que tardaba demasiado en llegar, contra un rival situado entre los cuatro mejores de la Liga y de una forma inmejorable. Así que el técnico no ocultó su alegría a la conclusión del choque: «Este es el camino a seguir. Un partido completísimo y marcando tres goles. El equipo va creciendo y la línea está clara. Hay mucho talento, jugadores que deben quitarse la presión que nos habíamos metido para que salga lo que tienen».

Capítulo especial mereció para el entrenador del Villarreal el papel de la afición, que tras meses de sufrimiento volvió a sonreír: «El público ha estado sobresaliente desde el principio hasta el final; siempre con nosotros. Hay que quitarse el sombrero».

SOLO UN PARTIDO MÁS // Sin duda, el partido permite ser al fin optimista, pero Calleja se encargó también de rebajar el clima de euforia tras la goleada al Sevilla de la siguiente forma: «Hay que mantener los pies en el suelo y saber que vamos a sufrir hasta el final». Aunque era difícil hablar de nombres propios, fue preguntado directamente el técnico por tres de los protagonistas del triunfo: Iborra, Pedraza y Álvaro. Esto contestó: «Iborra vale para todo. Puede jugar más adelantado, de central, mediocentro... Es muy inteligente y lo normal es que siga donde jugó contra el Sevilla. Ha hecho un partidazo; él y todo el centro del campo. Álvaro también está a un nivel altísimo, igual que Alfonso, que pasa por su mejor momento», añadía.

Y es que más allá de individualidades, Calleja se quedó con el colectivo: «Estoy enormemente satisfecho con el trabajo de todos. Sobre todo la primera parte ha sido brillante, defendiendo muy bien, siendo contundentes en las áreas y jugando el balón con sentido». El técnico afirma también que «cuando uno se quita los nervios de la cabeza sale a relucir el talento» y señala el triunfo en Europa League como «balsámico. En Lisboa nos quitamos una losa».

ASÍ LO VIO MACHÍN // Por su parte, el entrenador del Sevilla, Pablo Machín, consideraba que el 3-0 era engañoso: «Puede que su necesidad y la circunstancia de que jugaban en casa haya resultado clave, pero no creo que hayan hecho tanto como para marcarnos tres goles. Han llegado, pero no han generado tanto y nosotros hemos tenido un par de Munir, pero no han entrado y es eficacia. Ha sido mucho querer y poco poder».

El técnico hispalense centró el motivo de la derrota en el 1-0 a balón parado y en el 2-0, en el que considera que el equipo debió estar más atento: «En la segunda parte hemos sido mejores, hemos llegado mucho y hemos generado ocasiones, pero no hemos marcado y los goles de los rivales nos generan ansiedad. De convertido alguna ocasión, habríamos entrado en el partido».