Las manifestaciones de Óscar Cano después de que la victoria frente al Badalona sitúe cuarto al Castellón, a un punto del Andorra, Villarreal B y Lleida, tuvieron poco que ver con el análisis del encuentro y sí como una especie de continuación del toque de atención del viernes, atemperado por otra exitosa tarde en Castalia.

«No fue un toque de atención, pero los entrenadores somos seres humanos y, a veces, nos molestas ciertas cosas, como desperdiciar el tiempo», contextualizó. «Será porque me estoy haciendo mayor o porque ya llevo mucho tiempo entrenando --soy como el padre de algunos jugadores--, pero hay cosas que me molestan, porque son gente que sufrió mucho el año pasado; porque los que han venido, son gente bien seleccionada pero cortada por otros equipos: Jorge Fernández ha descendido tres veces, Rubén Díez ha debutado en Segunda B con 25 años, Víctor García apuntaba tanto y ahora está con nosotros... Igual que a mí, que entrené en Segunda A y tuve un espectacular arranque con el Salamanca pero me destrozaron los 10 partidos sin ganar... ¿Cómo nos vamos a permitir el lujo de no trabajar, de no acertar en los pases...?», ahondó Cano. «No vi un buen ambiente, pero es gente extraordinaria y por eso les exijo», matizó el técnico granadino.

Cano también tuvo una respuesta elocuente sobre el techo del Castellón: «Nadie rinde por encima de sus posibilidades».

LAS MEJORAS Y EL ORGULLO // «Cuando alguien ha rendido a un nivel alto, es porque ese es su nivel», prosiguió. «El ser humano tiene limitaciones, pero son circunstanciales, dependen del ahora», incidió. «Tenemos que transitar por ahí, que la competición diga qué equipo es mejor que nosotros», manifestó al respecto sobre cuál es el objetivo del equipo, elogiando algunos casos: «Verdes está en los últimos pasos de su carrera, pero que sean firmes. Que Rafa nos aporte lo que es Rafa sin que el equipo baje el nivel de circulación de balón: es una persona vital en el vestuario y en el campo. Que Calavera se reivindique, que Jorge no descienda más... Que todo ese tiempo que algunos han perdido en el fútbol, que lo recuperen aquí. Yo sé que tienen eso. Javi Serra entra y da una gran seguridad, cómo defiende, no tropieza con nadie... Son las pequeñas mejoras de las que los entrenadores nos sentimos orgullosos», culminó Cano.