Diez de junio del 2017: el Castellón es eliminado, con un gol en el 96’, en la segunda ronda de la fase de ascenso a Segunda B. El club, amenazado por los impagos, parece precipitarse al abismo de la desaparición. Doce meses y dos semanas después, los albinegros certifican su regreso a la categoría de bronce. El duro inicio, la destitución de Frank Castelló, el desplazamiento al Ciutat de València, la remontada hasta el liderato, la pérdida del primer puesto, las tres agónicas promociones, los llenazos de Castalia... pero, sobre todo, la recuperación de la ilusión, el recobrado del fulgor (más que brillo de los colores blanco y negro con todo lo que ello conlleva)... Un año que ya nadie será capaz de olvidar, pero que antecede a lo que está por venir, que también promete.

TRANSFORMACIÓN // El Castellón, después de temporadas y temporadas repletas de sinsabores, de un descenso administrativo por impagos (que se sumaba a otro deportivo), de un periplo de siete años interminables en Tercera que le aproximaban cada vez más a su extinción, ha vivido una explosión de júbilo, al abur de los cerca de 13.000 socios, récord de cualquier equipo español en esta categoría. La llegada primero de Vicente Montesinos, Jordi Bruixola, Pablo Hernández y Àngel Dealbert, junto a la millonaria aportación del grupo inversor capitaneado por José Miguel Garrido, ha permitido borrar, de un plumazo, con la histórica deuda con la Agencia Tributaria que amenazaba la salud de la entidad, que ahora encara el futuro con optimismo en todos los ámbitos.

Porque la meta no era/es, simplemente, abandonar el pozo de la Tercera. Pese a ser un recién ascendido, el objetivo es cerrar el círculo y, una década después, casi a las puertas del centenario, regresar al fútbol profesional.

Para ello, a los mandamases no les ha temblado el pulso. Han renovado la confianza en el entrenador Sergi Escobar, pero la ambición del proyecto le ha llevado a prescindir de una amplia mayoría de los artífices del ascenso. Apenas sobreviven cuatro jugadores y el resto, hasta 16 fichajes (por ahora), todos contrastados en la categoría e, incluso, alguno con importantes apariciones en Segunda y hasta la élite.

LO QUE FALTA // El mercado está abierto hasta el 31 de agosto, aunque la plantilla del Castellón, si no está del todo completa, no espera más allá de una o dos incorporaciones más. Un equipo que, no obstante, tendrá una elevada competencia, en su reeencuentro con el Hércules, Lleida, Sabadell..., pero también por las aspiraciones de los siete filiales (todos ellos de Primera) con los que compartirá el grupo III.