La derrota no fue la única mala noticia que se llevó el Castellón de Olot. De hecho, puede que no fuera ni la peor. Antes de empezar el partido, desde el club orellut anunciaban que Álvaro Campos se caía de la convocatoria después de sufrir una lesión muscular en el cuádriceps izquierdo.

Minutos más tarde, y después de haberse probado en el calentamiento, Óscar Cano también perdía a su máximo goleador, César Díaz. El manchego arrastraba una tendinitis en su pierna izquierda y llegaba entre algodones al encuentro. Probó, pero notó molestias, por lo que tanto él como el cuerpo técnico decidieron no forzar y entró en su lugar el ariete Raúl Alcaina.

Ahora, las miradas están puestas en la evolución de ambos. Tanto Álvaro como César se someterán a final de semana a unos exámenes médicos que determinarán si están en condiciones de disputar el encuentro ante el filial del Espanyol (domingo, 17.00 horas). Pero a día de hoy las sensaciones no son positivas, puesto que ayer ninguno de los dos se ejercitó con sus compañeros en la primera sesión de la semana que el primer equipo albinegro realizó en el Estadio Castalia.

Los dos futbolistas estuvieron al margen de sus compañeros y trabajaron junto a los fisioterapeutas para continuar con su proceso de recuperación. Sí que completó el entrenamiento con normalidad Rubén Díez, quien salió visiblemente tocado tras ser la primera sustitución del técnico granadino en el municipal de Olot, por lo que su presencia está garantizada ante el filial perico.

UNA FINAL / Con solo dos puntos de distancia, la trascendencia del duelo del domingo recobra mayor importancia cuando solo restan 15 jornadas para el final de liga. Y es que el Castellón, tercer clasificado con 40 puntos, recibe a un Espanyol B que es quinto con 38. La derrota dejaría al club albinegro fuera del play-off, mientras que los tres puntos marcarían un corte de seis puntos con los blanquiazules, ya que está en juego también el goalaverage (el partido de la primera vuelta se saldó con empate a cero). Por esa razón, todo el entorno del Castellón reza para que sus dos máximos referentes sobre el campo no tengan ninguna rotura y puedan estar disponibles en cinco días.