Hablar de Laura Cuesta es hacerlo de una de las jugadoras clave durante una década en el equipo femenino del Villarreal. Tras unos inicios en el Castellón, la actual capitana amarilla llegó al Submarino en el año 2008, y desde entonces no ha cambiado de equipo, siendo arte y parte del progreso del conjunto groguet.

El fútbol femenino provincial ha dado un giro de 180 grados en la última década. Así lo corrobora Cuesta, que explica que cuando empezó, «había pocos equipos femeninos, Villarreal, Castellón, Almazora y pocos más». «Era muy extraño que una chica quisiera jugar a fútbol --dice--; ahora también, pero menos. Pienso que es un problema de educación».

La mejora de las instalaciones es otro factor que destaca la jugadora amarilla, que argumenta que «en ocasiones, se jugaba en campos de tierra, lo contrario que ahora, que casi todas las superficies están en buenas condiciones y tienen césped artificial, algo a lo que las más jóvenes están mal acostumbradas».

Crecimiento a la par

Cuesta incide en que el contexto del Villarreal femenino cuando ella recaló, en el 2008, era muy diferente al actual. «Eran momentos complicados; hubo muchas bajas; y yo vine del Castellón junto con dos compañeras». Sin embargo, hubo proyección, ya que, primero estuvieron «en Primera Regional tres años», y luego, subieron «a Segunda, al superar en la promoción equipos como el Valencia B y el Aspe».

Sin embargo, la joven tuvo que esperar para jugar en Segunda. «El primer año sufrimos para salvarnos, aunque no estuve porque me marché de erasmus, pero lo cierto es que solo tenía ganas de volver para jugar en Segunda».

«Al principio nos costó consolidarnos, pero luego tuvimos años buenos y este estamos demasiado mal para el equipo que tenemos», lamenta la capitana. Y es que esta temporada, el Villarreal está rallando por debajo de las expectativas, eso sí, a nivel de resultados -el equipo está a tres puntos del descenso-, no hacen justicia al juego desplegado por el Submarino. «Hemos tenido partidos en los que hemos jugado muy bien, pero luego eso no se ha reflejado en el marcador», reconoce Laura.

El bloque del Villarreal, tal como reconoce la experimentada jugadora, «es un equipo muy joven respecto a muchos rivales». «De hecho, le doblo la edad a más de una compañera -señala-. Son chicas con mucha calidad, pero muy jóvenes y creo que debemos coger más confianza en nosotras mismas para ir a más».

Respecto a la actual temporada, Laura indica que el debe del equipo es «el apartado goleador», y reconoce que, en algunos momentos, el equipo ha pecado de «falta de concentración en instantes puntuales».

Un futuro con ilusión

De cara al futuro, Cuesta sueña con «un ascenso del Villarreal a Primera. Sin embargo, llegar a la élite «es complicado», huelga decir que solo suben dos equipos de más de 100 en competición.

Eso sí, se está valorando una reestructuración, que reduciría el número de grupos. Ello afectaría a las jugadoras «en el día a día». «Nosotras trabajamos o estudiamos y los viajes serían más largos». Otro de sus deseos pasa por «fortalecer la escuela y que cada vez más niñas se animen a jugar en el Villarreal».