Triunfo liberador del Castellón, después de unos días convulsos y un inicio de tarde tormentoso, frente al Recambios Colón (2-0).

Los de Frank Castelló se reafirmaron como grupo, a la espera de nuevos acontecimientos, con una victoria madurada. Le ayudó el madrugador 1-0 de Esaú, pero luego aún tuvo que remar para dejar los tres puntos en casa (Javi Zarzo apuntilló a los valencianos, en el 75’), que les mantiene en una situación clasificatoria similar, indemne aún a los sobresaltos en el seno de la plantilla y a pesar de contar con un entrenador que está más fuera que dentro, aunque ya encadena 21 de los últimos 27 puntos.

Después de la agitada semana que ha vivido el vestuario, con la marcha forzosa de tres jugadores, el manifiesto mostrando su protesta por esta decisión y un nuevo comunicado al filo de la medianoche del sábado, colgado a través de las redes sociales, tratando de mostrar unidad ante las grietas en forma de jugadores disconformes, los futbolistas tenían un par de horas para sentirse lo que realmente son: futbolistas.

A pesar de que Castelló cambió de arriba abajo el aspecto del equipo, con un cambio de sistema (3-4-1-2, con Enrique, Guille Vázquez y Álvaro cerrando atrás; Chema y el renacido Jesús López como carrileros, con Armando y Ximo Forner en el eje; y Lolo Ivars ejerciendo como nexo de unión con los dos 9, Esaú y Fonte), el Castellón tuvo una magnífica puesta en escena. Esaú tuvo fortuna en el 1-0 (un rebote impactó en su cabeza) y el balón, que podía haberse ido hacia cualquier sitio, acabó en las mallas.

Un par de minutos después, al burrianense se le volvió a atragantar un mano a mano con el portero en el que lo tenía todo de cara y, aun antes del 10’, la internada de Chema con servicio al corazón del área no encontró finalizador en los dos delanteros.

Los albinegros se serenaron, pero continuaron mandando con comodidad. Fonte, decidido a protagonizar la tarde en su vertiente meramente futbolística, vio como Tamarit se le adelantó en otra ocasión y un gol suyo no subió al marcador, al estar la acción invalidada previamente. Definitivamente, no tuvo el día.

DOMINIO VALENCIANO // El encuentro varió, tras una encomiable media hora inicial de los orelluts. El Recambios Colón se desesperezó y comenzó a merodear los dominios de Sabater, todavía sin concretarlo en serio peligro. Un dominio alterado por el segundo uno contra uno de Fonte que, atenazado por su gafe, acabó con un remate muy desviado, fuera de los tres palos. El público, deseoso de ser uno con el equipo (le ovacionó a la conclusión del calentamiento como en su posterior reaparición sobre el césped), aplaudió al atacante.

El Castellón no se enteró de que el descanso había acabado. El Recambios Colón remarcó su dominio a la vuelta de la caseta, monopolizando la posesión de la pelota y haciendo correr a unos albinegros que se descosían por momentos, algo asumible, teniendo en cuenta lo novedoso de la alineación y un sistema rescatado de la pretemporada.

LA PUNTILLA // Sin embargo, no se le había olvidado de contragolpear, aunque la toma de malas decisiones en los metros de la verdad abortaban sus cabalgadas. Aun así, daba la sensación de que el 2-0 estaba más próximo que el empate. Chema sacó brillo a los guantes de Tamarit poco antes de que a Esaú le hicieran un penalti como una catedral. Afortunadamente, Javi Zarzo tranquilizó al personal con la puntilla, a un cuarto de hora del final. El Recambios Colón todavía pudo aportar unas dosis de emoción, pero el disparo de Sergio Cuesta fue repelido por el poste.

El Castellón recupera la normalidad. Aparentemente, porque los problemas continúan latentes, con un vestuario con grietas, un entrenador que se encuentra en tiempo de descuento, un club en el que no hay ni un solo euro y un David Cruz cada vez más solo, pero que hace y deshace incluso desde la distancia... H