Pase lo que pase mañana en San Marino, en el cierre del calendario de amistosos de pretemporada ante el Bolonia, el Villarreal habrá cumplido en el último mes su verano más goleador en el último lustro. La eficacia de los amarillos en los, hasta ahora, seis encuentros de preparación —la mitad ante rivales rocosos como, en teoría, son los de la Bundesliga—, está siendo una motivación extra para un equipo que afrontaba el regreso al trabajo necesitado de estímulos positivos después de las penurias de la pasada Liga.

Los de Calleja han demostrado querer aprender de sus errores y ni en los bolos veraniegos han querido perder el carisma competitivo con el que quieren iniciar la Liga, dentro de ocho días ante el Granada en el Estadio de la Cerámica. El Submarino ha salido en todos y cada uno de los seis encuentros disputados entre julio y agosto con hambre, dispuestos a borrar la imagen de aquel Villarreal que hace pocos meses dejaba escapar encuentros encarrilados por no saber matarlos.

Los amarillos han marcado 19 goles en la media docena de apariciones de pretemporada, lo que arroja una media espectacular de algo más de tres goles por encuentro, al alcance de muy pocos equipos actualmente. En los últimos años, el Villarreal no se ha acercado ni por asomo a los registros ofensivos que está firmando el proyecto 2019/2020. Los de Calleja han visto puerta en todos los partidos, incluso en el que supuso el único borrón de la pretemporada, en tierras austriacas ante el Schalke 04 ( 3-1).

MÁS AGRESIVIDAD Y ‘PEGADA’ / En el resto, el Villarreal ha marcado un mínimo de dos goles, lo que no está nada mal ante rivales de la máxima categoría española (victoria 2-1 ante el Levante) y alemana (goleada, 2-6, frente el Augsburgo y remontada, 1-3, contra el Colonia), o un recién desccendido de la Premier,el West Bronwich Albion, ante el que los groguets estrenaron este verano su nueva imagen, más agresiva en lo que a la pegada se refiere. El último amistoso, en La Nucía, fue una nueva demostración de que el nuevo Submarino no baja los brazos hasta el minuto 90: tres de los cuatro goles en el choque ante el recién ascendido a la categoría de bronce se concretaron, prácticamente, en los tres últimos minutos del compromiso.

Las comparaciones con los números de las cuatro pretemporadas anteriores —la pasada con el propio Calleja al mando, otra con Escribá en el banquillo y las dos últimas de Marcelino, que no llegó al debut oficial en la 2016/2017— dan, incluso, mayor realce a los números en ataque del equipo. Hace un año, los groguets cerraron la preparación veraniega con 1,3 tantos de media en los ocho amistosos programados, similar al balance de las pretemporadas de las campañas 2017/2018 (1,1) y 2015/2016 (1,4). En el verano del 2016, el Villarreal ni siquiera alcanzó una media de gol por partido en sus ensayos de julio y agosto.

MÁS AGRESIVIDAD Y ‘PEGADA’ / Ver a Bacca en los registros del killer que siempre ha sido en su trayectoria en Europa, a Gerard recuperando su relación con el gol o que hasta 11 futbolistas hayan visto puerta hasta la fecha dan motivos para la esperanza. El nuevo Submarino nace con hambre y con fijación por dañar las porterías contrarias. Un buen comienzo para la reconstrucción.