El Real Madrid afinó la puntería en el Coliseum Alfonso Pérez cara al encuentro del próximo miércoles en el que recibirá en casa al Villarreal, “un rival que nos lo pondrá muy difícil”, señaló Zidane tras cerrar ayer una de sus mejores semanas en el banquillo del Madrid, con el pase a las semifinales de la Champions y la goleada al Getafe. Con Benzema y James como directores de orquesta, los blancos siguen a la caza del Barça con una colección de goles y asistencias que sirvió para endosar un 1-5 al Getafe, un equipo deprimido que se asoma al precipicio de 2ªA desde la última posición de la Liga.

A Benzema pareció no afectarle en el campo su anunciada ausencia de la Eurocopa de su país. Tampoco a James le supera su habitual suplencia edulcorada por alguna titularidad. En el Coliseum el primero firmó un gol y dos asistencias y el segundo otro tanto y un pase de gol. Tal vez ayudó que el rival apenas opuso resistencia. El estreno de Esnáider en el banquillo azulón no trajo ningún revulsivo a un equipo que ve el abismo cada vez más cerca.

Ayer, sin alardes, el Madrid apabulló al Getafe con una goleada que arrancó con James asistiendo a Benzema para que este abriera el marcador. En el segundo tanto fue otro cuestionado, Isco, el que se asoció con el francés para darse una alegría y dejar ya muy encarrilado el partido que deja provisionalmente al Madrid a un punto del liderato. El Getafe ya había bajado los brazos al pasar por vestuarios y el guión no podía ser otro. Bale, James y Ronaldo se sumaron a una fiesta a la que colaboró el golazo de Sarabia. H