Josep Maria Bartomeu y Leo Messi escenificaron la esperadísima firma de renovación. El futbolista argentino estampó ayer por la mañana su rúbrica en un nuevo contrato que le liga al Barça hasta el 2021. Tendrá una cláusula de rescisión de 700 millones de euros, más del doble de lo pactado en junio. Aquel contrato estaba ya en vigor, aunque llevara solo la firma por poderes de su padre Jorge. El rubricado ayer por la mano derecha del 10 puede considerarse un contrato distinto. Casi idéntico, pero con las variaciones marcadas por la disuasoria cláusula. Lógicamente, a mayor cláusula, mayores prestaciones económicas para el argentino.

El entorno de Messi y los dirigentes del club azulgrana pactaron el viernes por la tarde, después de la gala de la Bota de Oro, que la ansiada imagen de la firma de renovación se realizara este sábado en la antesala del palco del Camp Nou. Hacía días habían llegado a un acuerdo definitivo sobre las nuevas condiciones.

Con la cláusula aumentada, el club azulgrana ha debido variar la oferta económica. Desde el club se habla de «gesto». También de una cantidad «simbólica», siempre en proporción, claro, a la magnitud de un contrato gigantesco hasta los 34 años.

«Estoy feliz de seguir en mi casa. Quiero pasar toda mi vida acá», declaró la estrella argentina a los medios oficiales del club. «Mi sueño es terminar en el Barcelona, vamos por el camino».