Asentado de nuevo en el trono de Castalia, investido por el poder que le confiere el haber desembolsado 2,3 millones para hacerse con el Castellón (del que pasa a poseer el 87%), Vicente Montesinos afronta desde otra perspectiva las relaciones institucionales. Al igual que Amparo Marco, reforzada como alcaldesa de Castelló a tenor de los resultados de las recientes elecciones locales.

Sin embargo, el nuevo presidente y máximo accionista de la SAD mostraba un tono más conciliador respecto al gobierno municipal, después de los sonados enfrentamientos entre ambas. Es más, Montesinos posterga ese nuevo cara a cara con la primer autoridad política de la ciudad, con la que acometerá, otra vez, la firma del convenio de cesión del Estadio Castalia y la consecuente puesta a punto de las instalaciones, más allá de las obras emprendidas en los últimos días, de mayor envergadura a las llevadas a cabo durante los últimos meses, precisamente porque requerían del parón estival.

«Se tiene que resolver, pero tampoco es el momento de estar debatiendo sobre el convenio», sostuvo Montesinos. «Es el estadio de todos y se están haciendo unas obras ahora», constató. «No es lo que nos tiene que preocupar a ninguno ahora», recalcó. «En su momento retomaremos las conversaciones para obtener el mejor convenio posible», remachó.

PETICIÓN DEL CLUB // La empresa Gimecons se encarga de «reparar la zona del graderío, que se encontraba bastante deteriorada, especialmente en las zonas altas de gol norte y gol sur», según explicó en un comunicado. Así, «sustituirá las antiguas vigas por otras nuevas, debido al mal drenaje de las aguas pluviales o a las deficiencias en el dimensionamiento de las estructuras, que han perdido parte del hormigón de recubrimiento». «A su vez, también repondrá asientos, habilitará nuevos peldaños de hormigón y reparará los muros existentes», desarrolló la nota.

Para disponer de más margen, el Castellón pedirá a la federación española, cara al sorteo del calendario, disputar los tres primeros partidos a domicilio.