En verano, el Gimnàstic figuraba como el principal candidato a luchar por el ascenso. No solamente por su condición de recién descendido, sino porque pese a haber perdido su sitio en el fútbol profesional, había conseguido sanear sus cuentas. De ahí que, ya con el ejercicio en curso, presentara un presupuesto ligeramente superior a los seis millones de euros. El caso es que su clasificación no es tan agónica como la del Hércules, pero no está tampoco, ni mucho menos, en una situación desahogada: 14º con cuatro puntos de margen respecto a la plaza de play-out por la permanencia.

Ese cambio de objetivos --el Gimnàstic llegó a estar en zona de descenso durante un buen tiempo-- se llevó por delante al entrenador Xavi Bartolo, preludio de una importante reestructuración en el mercado de invierno. Con todo, la mejora no le ha llegado para engancharse a la pelea por el ascenso, así que su objetivo será acabar la campaña con la mayor tranquilidad posible y sentar las bases del próximo proyecto.

Difícil quedarse con unos pocos jugadores del equipo tarraconense, porque aunque esté mal, lo cierto es que tiene calidad a raudales: el goleador Pedro Martín (por quien desembolsó más de 150.000 euros al Lleida), el extremo izquierdo Ferran Giner (pasó por el filial del Castellón), el delantero Jonathan Pereira (el ex del Villarreal estaba llamado a altas cotas como futbolista), el capitán Javi Márquez...