Un gran gol de Casemiro y otro de Modric premiaron este sábado la mejoría del Real Madrid, que derrotó por 2-0, a base de empuje y buen fútbol, a un Sevilla que extendió su mala racha en el Santiago Bernabéu.

Cuando parecía que la falta de gol congelaría la mejoría del Real Madrid en una tarde gélida, apareció Casemiro a doce minutos del final para cambiar de golpe el panorama. Los de Solari, con una visible mejoría física, tiraron de compromiso y casta para recuperar valores perdidos.

El Sevilla achicaba, nervioso con el balón, pero sin sufrir en exceso. Los centros que culminaban los ataques blancos no encontraban rematador. Vinícius era el que inventaba algo diferente, pero Vaclík respondía a los 6 minutos tras un disparo del brasileño. Le falta mejorar la definición.

Fueron momentos de clara mejoría de imagen del Real Madrid, los mejores desde la llegada de Solari, pero sin gol. El Sevilla se convirtió en vulnerable y Machín buscó soluciones. Promes para ganar velocidad y Munir para tener más presencia ofensiva, pero su equipo no respondió.

Solari miró a su banquillo y sólo le quedaba encomendarse a Isco. Tuvo trece minutos para resucitar su magia. Y de golpe llegó el premio a la fe. Casemiro firmó un derechazo desde 30 metros y puso el 1-0 en el marcador.

En plena euforia local, llegó el tanto que premió el gran partido de Modric. Carriço cometió un grave error en la salida, el croata se lo robó y no perdonó, y amplió el marcador en un triunfo necesitado por el Real Madrid y que aumenta las dudas del Sevilla.