Después de casi 60 años de espera para volver a firmar el pase a cuartos, el Sevilla se despertó de golpe de un sueño que cercenó un Leicester más acertado. A la falta de pegada, el equipo de Sampaoli unió la frustración de fallar un penalti que le hubiera metido en la prórroga cuando estaba con 10 por la expulsión de Nasri. Falló la pena máxima N’Zonzi para terminar con las esperanzas de su equipo, que acabó frustrado tras ver cómo se desvanecía su ventaja de 2-1 del choque de ida.

Pedía Sampaoli que su equipo recobrase la estética que ofreció en Lyón ante el Olympique o frente a la Juventus, en Turín, y aparcara la idea de rentabilizar el resultado de la ida. Después de dos empates consecutivos en Liga, la idea del despegue en Europa caló tan hondo en los jugadores que supuso un freno en futbolistas como N’Zonzi o Nasri, irreconocibles durante casi todo el encuentro. El primero lanzó un penalti como si se tratara de una broma y el segundo fue expulsado en el minuto 73. Demasiadas concesiones para el Leicester.

OCASIÓN PERDIDA / La ocasión de Nasri a los tres minutos en un disparo cercano que desbarató Schmeichel dio la impresión de que iba a definir las intenciones del Sevilla, pero fue un espejismo porque dio un paso atrás para meterse en problemas con la presión del Leicester, abanderada por Vardy y el japonés Okazaki, titular desde la llegada al banquillo de Craig Shakespeare, el técnico que ha sustituido a Ranieri, despedido tras la ida en Sevilla.

La llegada del nuevo técnico le ha devuelto la chispa al equipo inglés. Lo confirmó con el tanto de Morgan, que llegó tras una falta de Iborra sobre Vardy en el pico del área y que lanzó Mahrez. El balón se paseó por el área de Sergio Rico hasta que Morgan lo remató con la rodilla (m. 27).

La segunda mitad trajo otra versión del Sevilla. Con Mariano y Jovetic en lugar de Sarabia y Mercado, el equipo de Sampaoli comenzó a ser reconocible hasta llevar veneno al área del Leicester. Lo hizo Escudero con un tremendo disparo con la izquierda que se fue al larguero y cuyo rechace no aprovechó Ben Yedder (m. 52). Pero en medio de ese dominio sobrevino una acción desgraciada de Rami que despejó un balón al centro del área que aprovechó Albrighton para marcar el segundo.

El Sevilla siguió buscando vida con un gol que le metiera en la prórroga. Lo tuvo Correa, pero se topó con el Schmeichel. Cuando más sufría el Leicester llegó la expulsión de Nasri, que cayó en trampa de Vardy, al que dio un cabezazo tras un recibir un empujón del delantero. Después se iba a sumar el error de N’Zonzi en el lanzamiento de un penalti cometido por Schmeichel sobre Vitolo. De nuevo, la pena máxima condenaba al equipo andaluz, que ya en la ida vio cómo Schmeichel le detenía un penalti a Correa.

Tras el error de N’Zonzi, Vardy desaprovechó dos ocasiones para cerrar un partido que murió con los baldíos intentos del Sevilla por buscar un tanto salvador.