Todavía consternado por los atentados del pasado jueves en Barcelona —su ciudad— y Cambrils, Víctor Ruiz intentaba ayer pasar página —«es un día triste», recalcaba— y centrarse plenamente en un estreno en la Liga que está a la vuelta de la esquina. El catalán cree que este inicio de temporada es el momento de que los más veteranos en el club den «un paso al frente» para minimizar los efectos de la salida de hombres tan importantes como su excompañero en el centro de la zaga, Musacchio, Jonathan o Soldado, todos ellos «jugadores que ya habían conseguido hacerse un sitio importante en el club».

Víctor espera, como en los últimos años, un debut en Liga complicado. «Hasta que no pasan dos partidos y te metes en la competición es complicado», asume el defensa, que recuerda que el Submarino no pudo ganar en sus dos últimos estrenos —1-1 ante el Betis y el Granada—. «Nunca es fácil retomar la competición y menos fuera de casa», asume Víctor Ruiz, que suma la dificultad de tener que visitar el lunes el Ciutat de València con mucha gente lesionada. «No diría que llegamos justos a la cita, pero sí con la baja de cinco o seis jugadores muy importantes», como son los casos de Bruno, Mario, Bakambu o Samu Castillejo, todos ellos con la vitola de titulares en el actual Villarreal.

EN ESTADO DE ALERTA / Víctor Ruiz espera que el actual grupo que está a las órdenes de Fran Escribá sea el que se mantenga, al menos, hasta el mercado de enero. Pero el central no pondría la mano en el fuego. «En el vestuario no se habla de posibles movimientos, pero tampoco se hablaba de lo de Soldado y se resolvió en un par de día. Ya sabemos cómo va esto y hasta el 1 de septiembre puede pasar de todo», comenta el defensa.

En caso de operaciones de última hora en los despachos, Víctor Ruiz confía en el poder de reacción del club. «La dirección deportiva ha demostrado que está muy pendiente del mercado para encontrar los relevos lo más rápido posible», concluye.