Naufragó con estrépito el Villarreal C en su visita a La Murta, en un campo empantanado de agua y con un frío descomunal. El Olimpic goleó al filial amarillo sin ningún tipo de miramiento. Los setabenses marcaron muy pronto y acabaron recreándose ante una escuadra grogueta que se fue diluyendo como el azúcar en el café. Una derrota que llega 91 días después del último tropiezo en Liga, que fue en el campo del Intercity (2-1) el 20 de octubre. Con el tropiezo, los amarillos dicen adiós a una racha de 11 partidos consecutivos sin hincar la rodilla. Pero la de ayer fue una derrota con mayúscula.

Hasta cuatro goles encajó el equipo de Pere Martí, que no veía cómo un oponente le endosaba cuatro goles desde la temporada 2017-18, en Los Arcos frente al Orihuela, donde los amarillos sucumbieron por 4-1. Toca hacer borrón y cuenta nueva. El próximo domingo volverá el fútbol y los vila-realenses recibirán al Crevillente en el Mini Estadi.

La primera parte arrancó con asedio local. El Olimpic anotó el 1-0 en el minuto 6 por mediación de Keita Karamokoba. Los setabenses se acomodaron mejor en un terreno de juego con mucha agua. Asediaron la portería de Marc Vidal. Un gol y un disparo al palo. Hasta cinco tiros a portería en la primera parte, por dos del Villarreal C. El filial tuvo su mejor ocasión en el minuto 14 por mediación del delantero canario Juan Carlos Arana.

El 2-0 no tardó /El mazazo recibido nada más arrancar la segunda parte finiquitó el encuentro. Solo se habían disputado dos minutos de la reanudación cuando Rueda puso el 2-0 que fue uno de los goles que más dolió y que dejó al Villarreal C tocado y hundido. No hubo poder de reacción.

Luego, en apenas cinco minutos, el Olimpic firmó dos dianas más para dejar la contundente derrota para el filial amarillo por 4-0. Jefrinho Flórez y Berna Ballester finiquitaron un encuentro donde los setabenses lanzaron nueve veces entre los tres palos, por tres del filial. Los locales cometieron 12 faltas, por 16 los jugadores vila-realenses.