El Submarino se quedó fuera del grupo de ocho equipos que mañana estarán presente en el sorteo de los cruces de los cuartos de final de la Copa del Rey. El triunfo mínimo (2-1) ante el Leganés fue insuficiente para seguir adelante en el torneo del KO, pero por lo menos rompe la negativa racha de partidos consecutivos son ganar ante sus aficionados, después de las derrotas ante el Maccabi (Europa League) y Barça (Liga) y el empate del pasado domingo frente al Deportivo en la competición de la regularidad.

Fue la única nota positiva de la jornada copera, ya que los amarillos evitaron emular la mala entrada de año de la pasada temporada, cuando el conjunto que en aquellos momentos estaba dirigido por Fran Escribá encadenaron cuatro apariciones consecutivas en el Estadio de la Cerámica sin poder doblegar a sus rivales. Los amarillos cerraron, entonces, el 2016 con un empate en casa frente al Toledo en la Copa del Rey (1-1), y repitieron ese marcador en los dos siguientes compromisos como locales, ya en el 2017, contra el Barcelona, en la Liga, y frente a la Real Sociedad, en el torneo del KO. La mala racha de hace un año continuó con la derrota frente al Valencia, ya en Liga, en el derbi autonómico en Vila-real (0-2). El Submarino cortó entonces la sangría de marcadores adversos en casa siete días más tarde, con un 2-0 frente al Granada.

Ayer, el Leganés, que se les ha atragantado a los de Calleja en Liga y en Copa, cortó la dinámica negativa... de marcadores.