El Gobierno central se comprometió a dar un empujón al corredor Mediterráneo y, pese a estar en funciones y con la inestabilidad de unas nuevas elecciones, de momento cumple con los plazos y mantiene la inversión. El anuncio del ministro de Fomento de que la variante de Vandellós entrará en funcionamiento a finales de año (acortando el viaje entre Castelló y Barcelona en 25 minutos) tiene otra derivada para la provincia, pues el fin de estas obras era condición sine qua non para iniciar los trabajos del tramo entre la capital de la Plana y Vandellós, ya licitado este año.

Cabe recordar que se trata de un tramo muy criticado por los operadores ferroviarios y los empresarios porque el ejecutivo no ha apostado por la doble plataforma sino por el ancho ibérico.

En todo caso, Adif anunció ayer la conclusión del periodo de pruebas y los recorridos de fiabilidad en la variante Vandellós-Tarragona, necesarias para tramitar la puesta en servicio del corredor Mediterráneo. Durante la pasada semana, en concreto, se realizaron 386 recorridos de fiabilidad. Adif califica como «altamente positivos» los primeros resultados de esta fase de pruebas, realizadas con trenes comerciales de Renfe. El siguiente y último escenario antes del enlace de la variante y su puesta en servicio será el periodo de formación de maquinistas.

En paralelo, se sigue avanzando en la tramitación administrativa necesaria para la homologación de la nueva infraestructura. El objetivo, si no se produce ningún imprevisto, es que la línea entre en funcionamiento antes del 2020