Los salarios en España están viviendo en los últimos meses un periodo de incrementos vigorosos, tras varios años alicaídos cuando no estancados. No obstante, el engorde de nóminas llega falto de perspectiva intergeneracional y no está repercutiendo de igual modo a todas las edades. Según los últimos datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en base a la Encuesta de Población Activa (EPA), el salario medio mensual experimentó en el 2018 su mayor alza en la última década; aunque este fue sustancialmente mayor entre las capas de más edad que entre los jóvenes; que siguen copando los puestos peor pagados. En el 2018, uno de cada dos trabajadores menores de 25 años cobraba menos de 1.047 euros brutos al mes, lo que equivale a medio millón de ocupados y representa un porcentaje sustancialmente menor al existente diez años atrás, antes de estallar la crisis.

El salario medio mensual, en términos brutos, alcanzó los 1.944,4 euros brutos en el 2018, lo que supone el 2,9% más que en el 2017, su mayor aumento en diez años, según el INE. Un comportamiento similar siguió el salario mediano, que se aproximaría estadísticamente más al que perciben de manera más recurrente los trabajadores, se situó en el 2018 en los 1.642,3 euros brutos mensuales, el 3,2% más que en el 2017.

LA BRECHA / Entre los jóvenes, el incremento fue menor, del 2,4%, lo que ahondó en la brecha salarial entre generaciones. Los menores de 25 años cobraron en el 2018 el 43,9% menos que un trabajador medio. Una distancia que se ha agravado significativamente una década después del crash financiero y la burbuja inmobiliaria, pues en el 2008 la diferencia existía, pero era del 33,9%.

Las mayores dosis de temporalidad que imperan entre colectivos como los jóvenes o las mujeres, que vieron aumentar casi un punto la brecha salarial que las separa de los hombres, hasta el 21%; son uno de los factores que ayudan a explicar esos menores salarios. Un tercio de los trabajadores con contrato temporal (concretamente el 34,8%) cobraron menos de 1.047 euros brutos al mes en el 2018; mientras que dicha tendencia entre los trabajadores con un contrato indefinido fue del 14,7%. La brecha entre el sueldo medio que percibe un eventual respecto a un indefinido se redujo entre el 2018 y el 2017, aunque levemente, pasando del 35,6% al 35,1%.

En Cataluña la subida fue más vigorosa que en el conjunto de España, del 3,4%, hasta los 2.067,6 euros. No obstante, allí también ha crecido el peso de los trabajadores mileuristas. Los empleados con sueldos menores a 1.047 euros brutos al mes crecieron del 17,2% al 17,7% el año pasado; su valor más alto desde el 2016. En Andalucía dichos trabajadores representan el 26% del total y en Extremadura, la autonomía con mayor ratio de mileuristas, alcanzan el 29,2% (casi dos puntos más que el año anterior).

Por el contrario, territorios como el País Vasco, con una tasa de mileuristas del 15,3%, es la comunidad autónoma con mayores salarios. Es la que menos mileuristas tiene, la segunda con un mayor salario medio (de 2.241,8 euros, detrás de Madrid) y la que registró mayor concentración de salarios altos. El 43,7% de los asalariados vascos ganaron en el 2018 más de 2.187 euros brutos mensuales.

El tamaño de la empresa persiste como un factor determinante por lo que respecta al sueldo y entre pymes y grandes empresas el INE registra grandes diferencias. En las compañías con menos de 250 trabajadores, los empleados mileuristas son cuatro veces más habituales que en las grandes empresas (más de 250 empleados). Mientras el 22,1% de los empleados de una pyme ganaron en el 2018 menos de 1.047 euros brutos al mes, entre los empleados de una gran empresa dicha proporción fue del 5,4%. El caso más extremo lo registró el INE entre las micro empresas, aquellas con menos de 10 trabajadores; donde el 37,9% de sus empleados cobró menos de 1.047 euros.

Por el contrario, las capas de trabajadores mejor pagados abundan más en las grandes empresas que en las pymes; pues mientras el 54,7% de los empleados de una gran empresa cobraron más de 2.187 euros brutos al mes, dicho porcentaje fue del 26,4% en las pequeñas y medianas empresas.

CRECIENDO EN la UNIÓN EUROPEA / Pese a la desaceleración del crecimiento económico, por primera vez desde el estallido de la crisis en el 2008, los salarios crecieron el año pasado en todos los estados miembros de la Unión Europea aunque su avance fue muy desigual, con un repunte que osciló entre el 0,5% de Chipre y el 16,3% de Rumanía, según datos recogidos en el informe sobre la evolución del mercado de trabajo y los salarios en Europa en el 2019 publicado ayer por la CE.

Además de Rumanía, el mayor crecimiento, con cifras superiores al 6%, lo registraron países de Europa central y del Este como Bulgaria, República checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania y Polonia en una tendencia que confirma el proceso de convergencia salarial iniciado hace unos años. Por el contrario, el aumento del salario nominal fue mucho más modesto, por debajo del 2%, en países con elevadas tasas de desempleo, como Grecia, España y Chipre. Más información pagina 62.