Los últimos datos de la UE revelan un fuerte crecimiento del valor económico de las importaciones de cítricos de terceros países hacia la UE, entre ellas las de Sudáfrica que exporta a la UE entre 430.000 a 650.000 toneladas anuales. Cabe recordar que ese país ha firmado un acuerdo comercial muy ventajoso para sus intereses con la UE, por el cual amplía su periodo de importación hasta el 30 de noviembre con una progresiva disminución anual de los precios de entrada hasta su total desaparición en 2025. La ampliación de este período puede provocar que la presencia de los cítricos surafricanos más allá de la Navidasd, con clara afección a la producción europea. La posibilidad de entrada de naranjas surafricanas durante un mes y medio más es una herramienta de presión de precios a la baja en origen en manos de intermediarios.

Aparte de la cuestión económica está la de los riesgos fitosanitarios (allí esta presente la plaga de la ‘mancha negra’, la principal enfermedad fúngica de los agrios en el mundo. Durante 2015 se detectaron en la UE 45 envíos de cítricos de Sudáfrica con presencia de agentes nocivos. Sudáfrica rehúye que sus envíos a la UE entren por puertos españoles, y busca otros europeos (Reino Unido, Holanda o Portugal) donde los controles sean mucho más laxos y la presión inspectora menor. De enero de 2015 a agosto de 2016 sólo 120 toneladas de cítricos sudafricanos de un total de 1,1 millones llegaron por puertos españoles.

Hemos planteado cambios en el acuerdo con Sudáfrica para salvaguardar el cultivo en la UE y entre ellos destaca que un puerto español, por ejemplo el de Castellón, sirva de entrada para los cítricos sudafricanos. Reunidos con los responsables de Port Castelló, visitamos sus instalaciones y comprobamos su capacidad y profesionalidad para canalizar las importaciones de cítricos de terceros países y vigilarlas fitosanitariamente. Es el puerto español que acoge la mayor parte de las exportaciones de cítricos a EEUU. El acuerdo con Sudáfrica, está pendiente de la ratificación de los 28 Estados y de los países africanos. ¿Qué hará nuestro Gobierno ahora que la ministra ya no está en funciones? ¿Ratificará y actuará en contra de sus agricultores? Si un Parlamento como el de Valonia, en Bélgica, ha estado a punto de poner en jaque el acuerdo del CETA entre la UE y Canadá, ¿por qué nuestro Gobierno no puede hacer lo mismo u obtener contrapartidas en forma de compensaciones, por ejemplo lo de la entrada por Port Castelló? Debemos minimizar riesgos. H