La llegada de la pandemia del coronavirus se tradujo en una necesaria reorganización de los centros hospitalarios para atender a los afectados, una acción necesaria que también se aplicó en el Hospital Vithas Castellón. La nueva situación supuso, como señalan los responsables del equipo de Cirugía General y Aparato Digestivo de guardia en el servicio de Urgencias, Jesús Nomdedeu y Juan Gibert, «la paralización de toda actividad programada y la redirección de la patología urgente».

El paulatino descenso de los pacientes covid-19 ha posibilitado el regreso a una relativa normalidad, extremando al máximo las medidas de seguridad y de profilaxis y creando circuitos específicos para evitar contagios y garantizar las salud de pacientes y profesionales. No obstante, la situación vivida ha tenido consecuencias. «En estos más de dos meses se ha producido una caída del número de pacientes quirúrgicos atendidos en Urgencias, el aumento de la gravedad de las patologías y disminución de la actividad quirúrgica urgente», explican los doctores, quienes inciden en que «en ningún momento se ha computado como efecto coronavirus, pero lo es. Existe una mortalidad indirecta que no se ha considerado, ya que han fallecido pacientes por distracción de los recursos sanitarios, o por no haber acudido a tiempo al hospital», indican.

CIRUGÍAS // En lo que a patología quirúrgica se refiere, el coronavirus paralizó la asistencia en consulta externa para enfermos programados no oncológicos y la actividad se limitó a los no demorables por las características de su enfermedad (cáncer o pacientes con sintomatología grave). Sin embargo, Nomdedeu y Gibert explican que el quirófano se reorganizó rápidamente y la actividad urgente se mantuvo al 100%. «Siempre se ha garantizado la asistencia quirúrgica urgente por nuestro equipo».

Cabe señalar que Hospital Vithas Castellón ofreció sus instalaciones a las necesidades de la sanidad pública, por lo que se operaron pacientes que no podían ser intervenidos en los hospitales por la situación de saturación, entre ellos figuran «numerosos pacientes con cáncer de diversas especialidades, de los hospitales General de Castellón, Vinaròs y La Plana, sin que haya redundado en descuidar la asistencia en otras áreas», explican.

MEDIDAS ADICIONALES // Hospital Vithas Castellón realizó las modificaciones necesarias para garantizar el control de la pandemia dentro del propio centro (severos aislamientos), la detección de pacientes infectados (sintomáticos o no) y el tratamiento de enfermos con las garantías de no transmisión. Para ello, «se instalaron medidas de barrera, se compartimentaron instalaciones, hubo una exhaustiva distribución de personal y se facilitó, en todo momento, el acceso a material de protección individual», afirman Nomdedeu y Gibert.

Tras dejar atrás el pico de la covid-19, los profesionales han observado que otra de las consecuencias de la emergencia es que «los enfermos tienden a evitar sus tratamientos por miedo, pero en nuestra área no se opera a un paciente que no tenga hecha una PCR para coronavirus».

Los pacientes con patologías graves son los más afectados. «Algunos han tenido que cambiar de médico y de centro hospitalario. El tratamiento de sus patologías se ha demorado, por lo que hemos atendido pacientes con procesos más evolucionados y más graves. A pesar de todo, nuestro grupo ha obtenido unos resultados formidables en cuanto al tratamiento del cáncer de colon y mama: cero mortalidad y una complicación menor», apuntan los doctores. Asimismo, en patología urgente los profesionales de Hospital Vithas Castellón han detectado «un descenso importantísimo de la casuística y una mayor gravedad en los procesos atendidos. Va al hospital el paciente que ya no puede más y lo hace tarde. Al inicio de la pandemia, los diagnósticos eran demorados. Veíamos apendicitis evolucionadas, diverticulitis perforadas, colecistitis agudas muy graves, marcadas por el intento de manejo domiciliario de todos los procesos. Ahora la situación está cambiando y todo está volviendo a su cauce».

GARANTÍAS // En la actualidad, el hospital ha iniciado la toma de contacto con los pacientes que cancelaron su operación al inicio de la pandemia. El retorno a la actividad diagnóstica está suponiendo una gran detección de nuevos casos, que no se detectaron en marzo y abril, por tanto, más actividad y esfuerzo cara a los meses de verano». En cualquier caso, el centro mantiene y refuerza la máxima que ha vertebrado sus acciones, la garantía asistencial. «El control de calidad es constante. Vamos ampliando coberturas, manteniendo la protección de pacientes y profesionales. Volvemos a ofrecer todos nuestros servicios, pero vigilando que la evolución de la pandemia sea la deseada. Esta situación hay que mantenerla hasta que aparezca un tratamiento antiviral apropiado o una vacuna con garantías».