Regresa a Castellón con su voz galopante de suavidad extrema. Ternura que surge de las cuerdas vocales para deleite del esteta. Con el eco de su rotundo éxito en les Nadales a Castelló-Memorial Pepe Falomir. Sandra Ferro, soprano, protagoniza su primer Verdi, La Traviata, el 12 y el 14 de febrero en el Teatro Principal.

--¿Qué significa para usted volver a su tierra?

--Siempre es una alegría volver a casa. Donde te sientes plenamente querida y apoyada.

--Es su primer Verdi. ¿Qué dificultades tiene? ¿Es un cambio de registro para usted?

--No es un Verdi fácil. Se necesitan unas cualidades vocales diferentes para los tres actos de la ópera; más ligera, en el primero, lírica en el segundo y dramática en el tercero. Técnicamente es muy exigente. Requiere buena resistencia física y ser una gran actriz. Un rol de mucho peso.

--Importante que Castellón tenga su ciclo de ópera, ¿no?

--Claro. Hay que poner a Castellón al nivel de las grandes ciudades que tienen festivales de ópera. Es fundamental y se está trabajando muy bien en ese camino.

--¿Es profeta en su tierra?

--Sí. Siempre cuentan conmigo para actuar en conciertos y montajes. Estoy muy agradecida a la gente de Castellón.

--Hace dos meses triunfaba con ‘Les dotze Nadales’.

--Fueron dos recitales muy emotivos, siempre en el recuerdo al que fue mi mentor.

--Tras ‘La Traviata’, ¿qué?

--Conciertos de música española en Basilea y estaré en Valencia en junio con Katiuska en el Palau de la Música. H