«Me ha encantado el anuncio», comenta una amiga. «Sí, sí, pero, ¿por qué hablan del plástico y no de cosas peores que están pasando en el Mediterráneo?», le contesta un compañero. Ánima, la nueva campaña de Estrella Damm, tan distinta a las anteriores, está dando mucho de qué hablar.

Estrella Damm llevaba años apostando por el Mediterráneo y su estilo de vida en sus anuncios veraniegos con músicas pegadizas. Hace 10 años inició este tipo de campañas con un espot rodado en Formentera y una canción, Summercat, cuyo éxito lanzó en España a la banda sueca Billie the Vision and the Dancers. En campañas sucesivas apostó por caras conocidas. El del año pasado contaba con actores como Oriol Pla y Michelle Jenner y uno de los anteriores participaron Jean Reno y Laia Costa.

NUEVO MENSAJE / Este 2019, sin embargo, su anuncio tiene un perfil muy diferente. Ya no muestra lo bien que se vive en verano, sino qué ocurre dentro del Mediterráneo. Las imágenes, tan bellas como potentes, advierten del peligro que suponen los plásticos para el ecosistema marino mientras suena Ánima, una delicada melodía. La música es una creación original de Joan Dausà para el anuncio, interpretada por Maria Rodés. Y, a diferencia de otros años, no se ve ninguna cerveza en las imágenes.

Ánima tendrá dentro de poco una segunda parte. «En ella el mar volverá a ser protagonista pero lo veremos desde otra perspectiva más abierta», explica Jaume Alemany, director de márketing y comunicación de la firma cervecera. El cambio de rumbo era necesario, afirma. «Nos pareció oportuno hablar de medioambiente. Es un tema del que la gente habla. En nuestros anuncios ya habíamos tratado el Mediterráneo desde otra dimensión como es la gastronomía y la cultura. Ahora hemos ido más allá».

Fue coincidencia la emisión del espot con el reto mundial de la semana sin plásticos. «La campaña se puso en marcha el pasado día 8 coincidiendo con el Día de los Océanos», recuerda. La imagen del plástico contaminante en un mar azul sin peces entorpece la vida en él, representada por una bailarina que acaba en el fondo del agua. «Ánima es un grito de alerta por el Mediterráneo», resume el publicista Oriol Villar, creativo de la campaña dirigida por Nacho Gayán.

El espot fue complejo de filmar pues no se tomaron imágenes en piscina alguna. «Todo se rodó en mar abierto, en aguas de Chipre. Allí la temperatura era dos grados más cálida y permitía trabajar mejor con Claire Friesen, bailarina y apneísta», explica Villar.

«Siempre es un riesgo trabajar bajo el agua pero contamos con buenos especialistas». Las imágenes se filmaron a una profundidad de entre 10 y 20 metros. Esta intérprete canadiense, que es capaz de aguantar la respiración bajo el agua durante tres minutos, hacía tres inmersiones seguidas de dos minutos cada una para obtener una toma. «Tenía que descansar 45 minutos para recuperarse y poder seguir. En total, se zambullía a este ritmo unas cuatro o cinco veces al día». Bajo el agua, una cámara de alta definción captaba todos sus movimientos. «Trabajamos con un equipo de 10 a 20 buzos y unas 50 personas fuera del agua», apunta.

«A veces la creatividad no es muy controlable. Una cosa es tener una idea y otra que todo salga como has previsto», reconoce Alemany. «Ha quedado como una obra de arte. La mezcla de las imágenes y la música tiene magia», comenta. Y añade que era difícil añadir imágenes donde se viera consumo del producto. «Este es un anuncio comprometido con el medioambiente y la eliminación de plásticos, algo que como compañía intentamos llevar a cabo, eliminando las anillas en las latas, entre otros».