Isabel II está «furiosa» y la familia real se siente «herida», por el anuncio del príncipe Enrique y su esposa Meghan de dejar sus funciones oficiales como miembros de la realeza británica. Fuentes del palacio de Buckingham han dejado claro que los duques de Sussex revelaron públicamente su marcha el miércoles, sin consultar, ni advertir de ello a la soberana, al príncipe Carlos o al príncipe Guillermo. Todos ellos se habrían enterado de la decisión cuando la noticia saltó a las cadenas de televisión. Las mismas fuentes afirman que hace una semana hubo conversaciones sobre el futuro del nieto de la reina y su esposa, pero las discusiones se hallaban aún en una etapa inicial. La pareja optó por actuar por su cuenta, con un anuncio «personal», que no había sido aprobado por palacio.

La renuncia del matrimonio ha provocado una atentica conmoción. En el comunicado difundido por Buckingham un par de horas después del anuncio se afirma que hubiera sido «deseable que las cosas se hubieran hecho de otra manera» y que la decisión crea «complicados problemas», que llevará tiempo resolver. El plan del matrimonio es «trabajar para ser financieramente independientes», y dividir su tiempo «entre Norteamérica y el Reino Unido».

Ninguno de esos pasos será fácil para dos personas que son celebridades globales. Romper con las reglas de forma tan tajante, puede convertirles en apestados en la prensa y en círculos reales. Lo ocurrido ha sido comparado con la renuncia al trono de Enrique VIII, cuando abdicó del trono para casarse con la americana divorciada Wallis Simpson. La historia se repite. En este caso no hay de por medio una crisis constitucional, pero la sacudida llega en un momento delicado.

La salida de los duques de Sussex de la Firma, es un gran golpe para la monarca de 93 años, después de meses de crisis, aún por cerrarse, con otro de los royals. Su hijo, el príncipe Andrés, está implicado en el escándalo del billonario pederasta, Jeffrey Epstein y tras una catastrófica entrevista a la BBC, ha sido retirado de sus funciones en la familia real. Lo cierto es que la soberana ha perdido el control de la familia, en la que cada uno actúa a su modo y manera.

MEGHAN ES LA IMPULSORA / El periodista Piers Morgan, presentador de Good Morning Britain, ha escrito en el Daily Mail: «He visto algunos comportamientos reales vergonzosos, pero nada ha igualado al de los duques de Sussex, un título que, espero, no exista por mucho tiempo».

También se pregunta si van a renunciar al dinero que reciben del príncipe Carlos. The Sun considera que ha sido una «puñalada por la espalda» y culpan a la exactiz. «Meghan es la fuerza impulsora detrás de este movimiento. Ella es la que quiere volver a vivir en Canadá y California, donde se siente feliz, y sacar a su hijo Archie de la política de Buckingham».