Decidido a “enterrar el último vestigio de la guerra fría en América", el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha ofrecido este martes un histórico discurso al pueblo de Cuba desde el Gran Teatro Nacional Alicia Alonso. La alocución ha sido retransmitida en directo por la televisión y escuchada en vivo en el teatro por el presidente cubano, Raúl Castro. Y en ella Obama ha reconocido errores y problemas del pasado, ha señalado profundas diferencias y retos del presente y ha hecho una elegante y contundente llamada al régimen cubano a permitir la democracia y la libertad a la vez que lanzaba un mensaje de no injerencia al decir (en español) que “el futuro de Cuba tiene que estar en manos del pueblo cubano”.

Su mensaje central ha sido, no obstante, una apelación a la “reconciliación”, no solo entre los dos países enfrentados durante más de cinco décadas sino entre los cubanos de la isla y los del exilio. “El futuro es 'p’alante''”, ha dicho al cerrar con optimismo la intervención de 30 minutos. “No será fácil, habrá retrocesos, llevará tiempo. Podemos hacer este viaje juntos. Sí se puede”, ha añadido.

“Conozco la historia pero me niego a quedar atrapado por ella”, ha dicho antes Obama, que ha vuelto a demostrar su maestría en la oratoria para hacer una intervención valiente. Porque se ha dirigido directamente a Castro para decirle que “no debe temer las diferentes voces del pueblo cubano” y, recurriendo al poeta José Martí para recordar que la “libertad es el derecho de cada hombre a ser honesto”, ha enumerado sus creencias en un claro mensaje al poder cubano a permitir “cambios” en la isla.

"CIUDADANOS LIBRES"

“Los ciudadanos deben ser libres para decir lo que piensan sin miedo, para organizarse y criticar a su Gobierno y para manifestarse pacíficamente”, ha asegurado Obama, que ha denunciado “detenciones arbitrarias de gente que ejercita esos derechos”. Después del discurso mantiene en la reabierta embajada estadounidense una reunión con representantes de la sociedad civil entre los que hay invitados disidentes políticos.

Durante la intervención se han escuchado en el teatro algunos aplausos, sobre todo cuando Obama ha declarado que “es hora de levantar el embargo”, que ha definido como “una carga obsoleta sobre el pueblo cubano” y cuyo fin ha vuelto a reclamar al Congreso de Estados Unidos. Se ha oído incluso un “bravo” cuando ha abierto el discurso citando a Martí en español (“cultivo una rosa blanca”). Pero cuando ha acabado la locución los aplausos en el palco de autoridades han sido escasos, más muestra de cortesía que de aprobación.