Las autoridades francesas trabajan para desmantelar en las próximas semanas el campamento de migrantes y refugiados de Calais donde cerca de 6.000 personas viven en "condiciones deplorables", en palabras del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Entre los pobladores de 'la Jungla" hay al menos 1.300 menores no acompañados, según la oenegé France Terre.

El plan del Gobierno de París es reubicar a los migrantes y refugiados en 164 Centros de Acogida y Orientación (CAO), distribuidos por todo el país, aunque numerosos alcaldes y dirigentes regionales del centro-derecha y de la extrema derecha francesa se oponen a recibirlos. La medida, por contra, ha sido muy bien recibida por ACNUR, aunque ha mostrado su inquietud por el hecho de que el traslado no se haga con plenas garantías y que afecte de manera especial a los menores, los más vulnerables, la mayoría procedentes de Sudán, Eritrea y Afganistán.

Si no son atendidos adecuadamente "se corre el riesgo de que caigan en manos de traficantes de seres humanos para ser explotados o acaben viviendo en las calles sin ningún tipo de ayuda", ha dicho el portavoz del ACNUR, Adrian Edwards. "Hay que reforzar las medidas para reunir a los niños con aquellos familiares que ya se encuentren en Europa", ha aseverado Edwards, que ha añadido que en Calais hay casi 200 niños con algún familiar viviendo en Reino Unido.

MÁS DETALLES DEL PLAN

La misma inquietud ha expresado el Consejo de Europa que ha pedido al Gobierno francés que explique con más "detalle" el plan de desmantelamiento y ubicación de los migrantes y refugiados. "Para evitar la amenaza inminente de una explusion, los menores arriesgan cada día sus vidas para lograr alcanzar el Reino Unido de manera clandestina, en vez de esperar a poder hacer de manera legal a través de las vías oficiales", ha dicho Tomas Bocek, representante especial del secretario general del Consejo Europeo para las migraciones y los refugiados que esta semana ha visitado "la Jungla" de Calais.

La fecha en la que las excavadoras y la policía empezará a destruir el emplazamiento es una incógnita. Después de apuntar el 17 de octubre como día de comienzo, ahora se especula con que la fecha más probable sea la del 24, que podría aplazarse en caso de que los recursos de las oenegés en contra del desmantelamiento prosperen.

Debido a la inminencia de la evacuación, el Gobierno teme que se recrudezca el clima de tensión y, esta misma semana, han advertido de la prohibición de las manifestaciones proinmigrantes relacionados con Calais.