Sábado de Ofrena y de mascletà a lo grande. Los de Pirotecnia Altura se lucieron al máximo en un espectáculo pirotécnico que agradó al respetable y se lució en el cielo de la plaza Primer Molí, hasta los topes. Que en Castellón hay ganas de pólvora se siente en el ambiente y ayer el aplauso fue unánime para el equipo de Paulino Zarzoso.

Fue una mascletà en clave clásica, con 113 kilos de materia explosiva y pirotécnica, con volcanes de colores que tiñeron el cielo de Castellón de lila y verde magdalena, y truenos atronadores en un apoteósico final que jalonó un disparo que fue ‘in crescendo’, con tres principios aéreos acompañados de sirenas, silbatos y roncadoras, y cinco retenciones aero-terrestres que dieron paso al gran terremoto final, de 20 segundos trepidantes, con innovadores efectos digitales.

Son nuevos efectos, como contaba Zarzoso, creados en la factoría de Altura, para “dar más vistosidad a la mascletà y agradar al público y a las reinas”, contra la que el viento nada pudo hacer. H