Más alegría en los bolsillos. Castellón celebra unas fiestas masivas que inyectarán un balón de oxígeno a la economía, con una previsión de impacto económico superior a la del año pasado, que ya fue «de récord», y que en los próximos nueve días, hasta la noche del Vítol, puede superar los 13 millones de euros. «Este año, a los 260 actos en la calle se suma una feria taurina con todas las estrellas y, si el tiempo aguanta, sumaremos hasta un 5% más que en el 2017, cuando la semana fundacional ya se consideró de récord, sacando cabeza de los últimos años». Lo dice Carlos Escorihuela, presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros y Turísticos (Ashotur) de Castellón, un avance que secundan informes de economistas de la Cámara de Comercio, que ponen el acento en que «la Magdalena son unas fiestas altamente participativas, en las que la gente sale, lo pasa bien y gasta», añadiendo que «cobra importancia el hecho de que este año sean las primeras fiestas grandes de la Comunitat, por delante de las Fallas, lo que atraerá más visitas, de todo Castellón y también turismo de proximidad de Valencia y Cataluña, sobre todo los dos fines de semana».

«Lla semana grande, con la Feria Taurina en pleno rendimiento, dejarán unos datos de ocupación rozando el lleno en los hoteles de Castellón y ocupando muchas plazas en Benicàssim, con pernoctaciones que van desde una noche hasta las cuatro, de jueves a domingo, con turismo que consume en bares, restaurantes y que visita todos los mesones, que hay para todos los gustos», explica el presidente de la patronal turística, que argumenta que «la gastronomía es uno de los ganchos de la Magdalena y si el sol aguanta, será una muy buena semana para el sector en todos sus frentes».

Reservas «hace un mes»

Y es que el que quiere hacer planes de última hora para venir a Castellón o para quedar con los amigos a almorzar o comer hoy puede que se lleve una sorpresa si no ha reservado con mucho tiempo. La tradición de quedar a almorzar antes de ir a la primera mascletà del calendario magdalenero o comer a su finalización se ha instaurado «en los últimos tres o cuatro años». José Romero, gerente del Grupo La Guindilla, ha colgado el cartel de completo en sus cinco establecimientos para hoy. «Hace más de un mes que está todo reservado, o incluso más en algunos locales --explica--. Son, sobre todo, grupos grandes, de amigos o familias, con menús cerrados que este año superarán los 30 euros por persona de media». «Si tuviéramos 100 mesas más seguro que las llenaríamos», dice Romero.

Lo mismo en otros locales, sobre todo los que ocupan el radio de acción de la plaza María Rosa Molas, donde es imposible encontrar plaza ni a las 10.00 ni a las 13.00 horas, o los que circundan la plaza Mayor o el centro.

Caso igual en los establecimientos cercanos a la plaza de toros, con mucho público tanto para los festejos populares, que empiezan esta misma tarde, como la feria, que arranca mañana, domingo, con la novillada. Este 2018, además, a la oferta más oficial de restaurantes, se consolida la tradición de ir a los mesones, y tanto el de la Tapa y la Cerveza, como el nuevo del Vino, además del Mercat Gastronòmic y la Carpa de la Cerveza o la Fira del Bou. Son destino diario de miles de visitas durante las fiestas en una semana grande con más oferta que nunca, con «más alegría económica», según los economistas, que elevan el gasto medio por persona a unos 150 euros por persona para los 9 días de fiesta.

El gerente del Grupo Guindilla asegura que «esta será una mejor Magdalena que la del año pasado, porque Castellón ya tiene ganas, y se reserva estos días para salir, pasarlo bien y gastar». El presidente de Ashotur, por su parte, adelanta que «toda la ciudadanía se vuelca con las fiestas, y son muchos los que vienen a disfrutar de una Magdalena cada vez más internacional».