Una visita a la plaza de la Isla Baleato a mediodía del último domingo de las fiestas de la Magdalena ilustra el espíritu magdalenero del Castellón del sur. Más de 1.500 personas participan anualmente en el concurso de paellas que organiza la gaiata 19, La Cultural, en una de las celebraciones más numerosas y participativas en la ciudad en esa postrera jornada de la semana grande magdalenera de cada año.

El distrito gaiatero más lejano del centro urbano de la ciudad también vive intensamente las fiestas. Es uno de los sectores con una mayor implicación directa de los vecinos con su comisión de sector, la que hace posible los grandes festejos populares para el grupo Cardona Vives y adyacentes. No se puede entender la historia reciente de las fiestas mayores castelloneras, y en el marco de la 75 edición de las fiestas de la Magdalena, como es el 2019, sin la presencia de la benjaminas de las gaiatas.

La que fundada en 1984 quiso llevar la fiesta popular a los barrios del sur, a ese Castellón que también es castizo e inigualable. Y a la espera de que en un futuro no muy lejano otros barrios de la ciudad decidan crear su comisión gaiatera, como expresión de lo más castellonero y no otras fiestas en estos barrios que no tienen el acervo característico de la Magdalena. Este el caso paradójico del grupo San Agustín y San Marcos que cuenta con gaiata monumental, pero no quiere crear una comisión que lleve la luz del barrio a las fiestas. Prefieren otro tipo de fiestas populares, aunque menos pairales.

Una demarcación territorial gaiatera que contará este año con un saluda en su llibret de festes del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en un compromiso indudable del gobierno autonómico con las gaiatas de la ciudad, exponentes de las tradiciones más castelloneras. Un escrito en el que se refrenda el apoyo del Consell hacia las manifestaciones singulares castellonenses en clave de fiestas y agradecimiento profundo a las gentes que las hacen posible.