Confirmado un nuevo caso de coronavirus en España. El primero fue un turista alemán en La Gomera y el segundo ha sido un ciudadano británico residente en Mallorca. Ambos se contagiaron fuera del país y se encuentran en buen estado. Permanecerán en aislamiento hasta que las analíticas den negativas al virus. La noticia invita a la alerta, pero también es obligado hacer un llamamiento a la serenidad.

El coronavirus ha dejado ya más de 800 muertos y el número de infectados alcanza los 37.000 en 26 países, aunque la mayoría de los casos se encuentran en Wuhan (China). Las cifras son importantes, por ello es importante elevar la precaución, pero no el miedo. El temor es paralizante, inútil como medida de defensa. La mortalidad del virus oscila entre el 2% y el 3% de los infectados. En los últimos días ha habido un descenso en el porcentaje de víctimas mortales. Aunque aún no hay un tratamiento específico, ya se tiene más información de su comportamiento.

Las medidas de protección individual son las mismas que ante cualquier enfermedad respiratoria que se contagie por gotas de aire. Los estudios muestran que el coronavirus puede persistir en superficies y permanecer con capacidad infecciosa a temperatura ambiente nueve días. Es recomendable lavarse las manos con frecuencia (con agua y jabón o soluciones alcohólicas), en especial si se ha estado en contacto con personas enfermas o su entorno; evitar el contacto estrecho con individuos que muestren signos de afección respiratoria y, al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con pañuelos desechables o una tela.

Es importante recalcar que los dos enfermos por el coronavirus en España se han contagiado fuera del país. El dato reduce al absurdo cualquier intento de estigmatizar a la comunidad china.