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El Hospital Provincial tiene que dejar de ser objeto de disputa entre distintas administraciones y pasar a convertirse en centro de referencia para los ciudadanos de la provincia de Castellón.
Las distintas reformas llevadas a cabo durante varias etapas han modernizado unas instalaciones que en buena parte se habían quedado anticuadas, al tiempo que se adquirían modernos equipos para que los profesionales pudieran llevar a cabo su labor de la mejor forma posible en beneficio del paciente.
Pero también se trata de optimizar los recursos y evitar duplicidades dentro del modelo sanitario que dirige la Conselleria. La llegada de un acelerador lineal de última generación para radioterapia, tras seis años de espera, fue hace unos días una gran noticia, como también lo es ahora que el Ayuntamiento de la capital vaya a otorgar licencia para acabar el edificio que permitirá albergar el búnker destinado a un equipo de PET-TAC, tan necesario como era el citado acelerador.
Ximo Puig y Javier Moliner están llamados a entenderse para convertir el Provincial en el hospital modelo para Salud Mental, Oncología, Oftalmología y Medicina Deportiva, que sea orgullo de los castellonenses. Y las demás especialidades que sean asumidas por el General, la Plana o el Hospital de Vinaròs.
