Querido lector:

Ayer hacía referencia a la imagen positiva que la industria cerámica castellonense ofrece de la Comunitat Valenciana, muy diferente y contrapuesta a la pésima que estamos transmitiendo con la clase política popular valenciana, inmersa en casos de corrupción sin parar.

Y hoy, con voluntad de continuar con la misma intención, me atrevo a destacar tres hechos importantes que también protagoniza la gente de Castellón a la hora de elevar la imagen de esta Comunitat.

En primer término destacar, por continuar con el azulejo, la excelente salud como sector que ha presentado la patronal Ascer como balance del año 2015 con un crecimiento del 6% y un volumen de negocio que supera los 3.000 millones. Todo un ejemplo de reacción económica.

En segundo término, también sobre cerámica, la cohabitación política y la conjunción de intereses que han manifestado los ayuntamientos y la Diputación provincial, con colores políticos diferentes, a la hora de reivindicar y plantear acciones públicas concretas como los planes de rehabilitación a fin de impulsar nuestra industria más potente.

Y en tercer término y de otro sector, destacar la numerosa afluencia de las empresas agroalimentarias castellonenses, la mayoría de ellas exportadoras, a la feria Fruits Logistics de Berlín, la principal feria del sector de Europa y donde la citricultura castellonense representa un valor consolidado.

Son tres ejemplos más protagonizados por castellonenses que elevan el prestigio de la Comunitat Valenciana, tanto fuera como dentro de nuestras fronteras regionales.

Lo remarco porque es importante que también los propios valencianos valoremos lo más positivo de nosotros mismos para contrarrestar los pésimos ejemplos que se reiteran estos días, que dañan nuestra imagen y que continuarán desgraciadamente en los próximos meses con otros casos de corrupción que ya se intuyen (Ciegsa, Feria Valencia...) amén de los juicios de los ya destapados: Gürtel, Nóos, Blasco, Burgal...) que dejarán nuestro nombre por los suelos de nuevo.