Cuando en octubre del pasado año tuve el honor de presidir la mesa de la 15ª Asamblea general ordinaria de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias en la que, por unanimidad, fue elegido Rubén Alfaro como presidente, abogué en mi discurso por el valor del municipalismo y la importancia de reivindicar el papel de los ayuntamientos. Si en aquel momento los representantes de los consistorios éramos ya conscientes de la necesidad de poner el foco en la Administración local, ahora, después de lo vivido en esta pandemia, si hay una reflexión que podemos extraer de esta crisis sanitaria es que la respuesta a los ciudadanos más rápida y eficaz llega desde la proximidad.

Como he dicho en alguna ocasión, los ayuntamientos somos las urgencias del hospital, somos la primera puerta a la que llama la ciudadanía para pedir auxilio en momentos de dificultad y hemos demostrado que siempre intentamos poner de nuestra parte en todo aquello que nos compete; y cuando se trata de temas que se escapan a nuestro ámbito competencial, no dudamos en ponernos al lado de las personas para reclamar a quien corresponda.

Nos guía la voluntad de servicio y el saber que nuestros vecinos y vecinas, como contribuyentes, cumplen con sus obligaciones y, por tanto, cuando precisan de ayuda esta debe llegar sea cual sea la administración responsable. El ejemplo más claro es que sin ayuntamientos habría sido imposible atender la crisis sanitaria que durante estos meses nos ha puesto en jaque. Hemos sido verdaderos motores, de la mano de la sociedad civil y la ciudadanía, para dar una respuesta rápida a los problemas. Y los seguiremos siendo. Con herramientas fundamentales y que tanto hemos defendido como el Ingreso Mínimo Vital, aprobado por el Gobierno que preside el socialista Pedro Sánchez, y para cuya gestión, eso sí, reclamamos más recursos para evitar que nuestras estructuras administrativas colapsen.

Con plantillas mermadas y sin posibilidad de utilizar los remanentes y el superávit —como consecuencia de la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local aprobada por el PP— para hacer frente a los nuevos retos derivados de la pandemia, nos abocamos a una complicada encrucijada. Como municipalista convencido que soy, considero que en el ámbito local es donde más se percibe la validez de la política, es el ámbito en el que se hace política de carne y hueso. Y en esta crisis, confío en que el reconocimiento al papel de los ayuntamientos no se quede solo en un aplauso por parte de estamentos superiores, sino que sea el primer paso para considerarnos, como así somos, parte de la arquitectura institucional del Estado, con los mismos derechos y obligaciones, en igualdad con otras administraciones.

Creo que este momento nos abre una oportunidad para reflexionar sobre el ámbito local y sus retos de futuro porque ayuntamientos más fuertes serán sociedades más fuertes, solidarias y justas. Por ello, quiero felicitar la línea de apoyo y reivindicación tanto del presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, Abel Caballero, como de Rubén Alfaro, presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, en estas últimas semanas, para alzar la voz del municipalismo y por el alto consenso de diferentes sensibilidades que están logrando en ambos foros para poner en valor la labor de los ayuntamientos.

*Alcalde de Vila-real