Es cierto que en nuestra provincia son muchos los conjuntos históricos que pueden conformar una red turística que todavía no hemos sabido explotar convenientemente.

Desde Peñíscola a Morella, desde Onda a Sant Mateu. Desde Mascarell a Segorbe. Pero en esta red deberíamos incluir pequeñas joyas de un extraordinario valor turístico, que las tenemos ahí mismo, pero todavía las desconocemos.

El castillo-palacio de los Condes de Arizo, es decir, el Palacio-Castillo de Betxí es un edificio residencial fortificado de estilo gótico y renacentista, construido a finales del siglo XVI sobre una fortaleza medieval, que el Ayuntamiento ha procedido a recuperar. Todo ello, pese a las dificultades burocráticas que desde la inoperante Conselleria de Cultura se provocaron a lo largo de 20 años.

Hoy, los esfuerzos de los últimos alcaldes de Betxí están dando sus frutos y el Palacio ha abierto las puertas a los ciudadanos y turistas en general. Y da paso a un magnífico patio central de estilo renacentista con arcos carpaneles sustentados por columnas jónicas. Todo ello en el marco de un edificio que puede destinarse a muchos y variados usos dotacionales y equipamientos tan necesarios en el centro de la población. ¿Se imaginan ustedes que en lugar de dilapidar tanto dinero inútil en construcciones innecesarias como el Ágora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, lo hubiéramos destinado a recuperar edificios como el Palau? H

*Abogado. Urbanista.