Casi emulando a la tradición magdalenera de Castellón, esta semana hemos emprendido nuestra particular romería de Benicàssim. La nuestra no va a una ermita, sino a Valencia, a todas las sedes del gobierno valenciano, para conseguir que la Generalitat cumpla con nuestro municipio, al que tiene abandonado desde hace bastantes años.

Nuestra romería es rogativa, porque vamos a exigir lo que nos deben. Desde el Ayuntamiento de Benicàssim vamos a ser firmes para conseguir que los 1,4 millones de euros que se nos debe de la rehabilitación fallida de Villa Elisa, se nos pague, porque llevamos 8 años con el impago. Los vecinos de la zona sur, sobre todo en el Cuadro de Santiago, merecen una solución a los problemas de inundabilidad y que se ejecute la canalización del barranco de la Parreta, que es una de las obras prioritarias del Patricova y lleva desde redactado desde el 2003. Nuestras primeras reuniones han encontrado un tono abierto a escuchar pero poco resolutivo. De momento, cero compromisos.

La deuda de la plaza del trenet, el plan especial del Desert de les Palmes, la finalización del CEAM, la ampliación del Camí la Ratlla, más las nuevas iniciativas que Benicàssim merece van a ser mi punta de lanza en esta romería. Si algún conseller no sabe donde está Benicàssim, va a empezar a ponerlo en el mapa. H

*Alcaldesa de Benicàssim