Las alarmantes noticias en torno a la extensión del coronavirus en España incrementaron ayer las ventas de los supermercados dejando al descubierto algunos estantes. La situación se agravó especialmente en Madrid.

A primera hora de la mañana, grandes cadenas como Carrefour, Mercadona y Lidl estaban abarrotadas de clientes, síntoma de acopio de producto no justificado. Carros desbordados de productos, tanto de alimentación como de higiene tomaron los súpers madrileños. Algunas estanterías estaban casi vacías a mediodía, como la de la pasta y el arroz. En el Carrefour de la calle Ríos Rosas (Chamberí) no quedaban paquetes de pasta y el papel higiénico acolchado también se había agotado, aunque quedaban otros. Y había más carros que cestos.

En el Lidl de Bravo Murillo (Chamberí) había también gigantescas colas para pagar. Y también alguna estantería vacía, como la de las legumbres cocidas. En el Mercadona de Montecarmelo, la tarde del lunes se agotó el pan en agorero anunció de lo que sería el martes.

El sector de la distribución reiteró ayer que la falta puntual de productos no es signo de desabastecimiento y aseguró que las cadenas de suministro siguen funcionando con normalidad. La mayoría de las empresas de distribución tomaron, no obstante, medidas para reforzar y garantizar la llegada regular de productos a las tiendas.