El Gobierno de Pedro Sánchez estudia la posibilidad de prohibir el uso de los teléfonos móviles en los centros educativos, siguiendo los pasos de la ley aprobada para este curso en Francia, que los veta completamente a los menores de 15 años, incluso en los descansos, con el objetivo de disminuir la adicción digital de los estudiantes. Así aseguró este viernes la ministra de Educación y Formación Profesional (FP), Isabel Celaá, en una entrevista con Efe, en la que ha manifestado que, de momento, está encontrando «posturas fuertemente enfrentadas» sobre si estos aparatos deben entrar en los colegios o no.

«Tenemos demasiados adolescentes muy adictos a la tecnología. Hay que reflexionar sobre si el tiempo escolar debe estar libre de esa adicción. (...) En algunos casos el móvil ayuda, pero si prohibirlo en los centros sirve para disminuir la adicción digital, merece la pena valorarlo», comentó .

Pedro José Caballero, presidente de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa), se ha mostrado a favor de la prohibición de móviles en las aulas y se ha ofrecido a trabajar con el ministerio para estudiar alternativas que permitan aprovechar las nuevas tecnologías en las clases. «Queremos que se regule y cuanto antes mejor», aseveró, quien destacó que el uso de móviles está detrás de una buena parte de los casos de acoso y se refirió a distintos estudios que aseguran que el abuso de estos dispositivos está detrás de 15% de los casos de fracaso escolar.

Por su lado, el presidente de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), Antonio Rodríguez-Campra, dijo que, en su opinión, «los móviles no aportan nada, perjudican bastante e influyen en la distracción y el rendimiento de los alumnos».