Gareth Edwards asegura haber visto 'La guerra de las galaxias' (1977) tantas veces que de niño era capaz de recitar de memoria todos sus diálogos sin olvidar una sola palabra. Sin embargo, no es ese el motivo por el que él fue el elegido para dirigir 'Rogue One: una historia de Star Wars'. En sus películas previas, 'Monsters' (2010) y 'Godzilla' (2012) ya demostró su habilidad para dotar escenarios de fantasía de autenticidad y urgencia política.

¿Es consciente de que 'Rogue One' parece más una película de guerra que una de ciencia ficción? Lo soy. Quise que 'Rogue One' fuera lo más realista posible. De hecho, una de las películas en las que más me fije cuando la hacía fue 'La batalla de Argel', en parte por su aire documental. También hay referencias a Vietnam y la segunda guerra mundial, y no solo estéticas. Uno de los personajes está inspirado en el diseñador de la bomba nuclear, Robert Oppenheimer, que quería hacer el bien y acabó creando algo terrible.

¿No encontró oposición por parte de los productores? 'Star Wars' es la razón por la que yo me convertí en director, así que le tengo mucho respeto. Pero no quise ir a lo seguro, ni que la gente viera la película y dijera que “es igual que todas las demás”. Me prometí hacer algo distinto. Y el estudio nos dio carta blanca, en buena medida porque saben que la película tiene aseguradas unas cifras de taquilla estupendas, y pueden correr riesgos.

Hace unos meses internet se llenó de rumores sobre escenas adicionales rodadas a última hora. ¿Qué dice usted de ellos? Ese tipo de añadidos se hacen en todas las películas grandes. Sería estupendo coger un guión, rodarlo tal cual, montarlo rápidamente y tener como resultado una obra maestra, pero el cine no funciona así. Hay que probar cosas, y mejorar las que no funcionan.

Cuando le ofrecieron dirigir 'Rogue One' por primera vez, ¿cuál fue su reacción? Tardé 10 minutos en tomar una decisión. Durante ese tiempo tuve una vocecita en el oído izquierdo que me decía que no podía aceptar, que hacer la película sería un sacrilegio. Y otra vocecita en el derecho que me decía que no fuera idiota, que si rechazaba la oferta y luego veía el nombre de otro director firmando la película, me moriría de la envidia. Al final venció esta última. Pero es normal que tuviera dudas. 'La guerra de las galaxias' es mi película favorita de todos los tiempos.

De usted y de mucha gente. ¿Por qué cree que es así? Porque las películas de 'Star Wars' nunca pasan de moda, son igual de atemporales que la Biblia o las obras de Shakespeare. Aunque incluyan robots y naves espaciales hablan de la condición humana, que es algo que para bien o para mal nunca cambia. Después de todo, hoy en día hay tantas guerras como había hace dos mil años, o más. No aprendemos nada. Por eso da igual que veas 'La guerra de las galaxias' en 1977 o 1989 o 2016. Siempre habla de ti y de tu mundo.