Avelina murió por asfixia y por hemorragia interna a causa del ahogamiento, con signos de violencia que dejan ver hasta 21 lesiones en la cabeza, el cuello y los brazos, y evidentes signos de haberse defendido al sorprender a Lucio D., de 18 años, al que la mujer, de 81 años, pilló in fraganti en su casa en la Llosa. Son conclusiones de los forenses en la segunda jornada, ayer, del juicio por homicidio y doble robo, uno con violencia y otro con fuerza en casa habitada, ocurridos en marzo del 2017 en la Llosa, celebrado en la Audiencia Provincial.

Después de que el acusado reconoció en la primera sesión la comisión del crimen, admitiendo que «conocía a la víctima de toda la vida», que entró en su domicilio «para robar y pagar su gran adicción a las drogas», y acabó «ahogándola hasta la muerte tras ser descubierto», ayer los peritos determinaron que «la drogadicción no afectó a sus capacidades y actos», y el acusado, «aunque consumía», no presentaba «ni abuso ni dependencia».

Determinaron que sufre «un trastorno antisocial de la personalidad y una tendencia a la comisión de delitos y la agresividad», y relataron que Lucio D. presentaba erosiones en el antebrazo izquierdo y los nudillos, «compatibles con golpes o puñetazos», mostrando, asimismo, que, en su declaración, se mostró «frío y tranquilo».

REBAJA DE LA PENA //

La Fiscalía rebajó la petición inicial de pena de 26 años a 20 años y 9 meses (2 años y 9 meses por robo con fuerza, 15 años por homicidio y 3 años por el robo con violencia en casa habitada), alegando como atenuante la reparación del daño y la colaboración con la Policía. Y discrepó de la justificación de la adicción en unos hechos «planificados».

La acusación mantiene 29 años, tras explicar que «el robo tuvo un plus: el ánimo de lucro», además de «dolo, con ánimo de matar, acreditado, porque cuando Avelina le sorprende, no solo no se va, sino que la agrede hasta 21 veces». E incrementa la indemnización a los hijos a 25.000 euros, 5.000 más.

La defensa, que insistió en la drogadicción como móvil, la confesión tardía y la reparación del daño, además de señalar que «entró a robar, no a matar; no es un asesino en serie», pidió entre 6 años y 3 meses y 10 años y 8 meses según se dictamine homicidio por imprudencia grave u homicidio.

"SIENTO LA PÉRDIDA IRREPARABLE" //

Lucio D., en su alegato final, dijo: «Siento mucho la pérdida irreparable que he ocasionado. Entré por necesidad de la droga, y en ningún momento mi intención fue matar a Avelina», señalando, pese a las indicaciones del juez, que "sí estaba muy nervioso, tanto, que me dieron cuatro váliums".

Su amigo J.A, acusado de receptación de 20 euros del botín, sentenció: «Me arrepiento de los hechos». El juicio está visto para sentencia.