Una mujer de origen colombiano y de 41 años fue liberada a última hora de este viernes de una vivienda de Benicarló en la que permanecía, supuestamente, retenida por una red de prostitución y trata de seres humanos. La Policía Nacional ha dirigido una operación en el Baix Maestrat que se ha saldado con la detención de tres hombres de nacionalidad rumana, acusados de amenazar, someter y obligar a la mujer a mantener relaciones sexuales.

La víctima fue encontrada malherida, con intensos dolores por todo el cuerpo, y evacuada hasta el hospital para su examinación a fondo. Todo parece indicar a que fue captada en Cataluña y conducida hasta un domicilio de Benicarló, donde se producían, presuntamente, los encuentros sexuales. Según la investigación, la víctima aparecía anunciada en internet como prostituta y los ahora detenidos concertaban las citas con los clientes, que se presentaban en el piso para mantener relaciones íntimas con ella.

Los arrestados permanecían, al cierre de esta edición, en dependencias policiales y está prevista su puesta a disposición judicial en las próximas horas.

La Guardia Civil realizó el pasado 2019 operaciones en Vinaròs y Benassal contra la trata de seres humanos. Hace ahora un año agentes de la Policía Judicial liberaron a una mujer de 50 años y nacionalidad rumana que había sido captada en su país de origen con la promesa de que trabajaría en el sector de la hostelería en la provincia y, a su llegada, había sido retenida en una vivienda de Benassal para ejercer la prostitución de manera forzosa.

En Vinaròs, una joven escapó de una vivienda y corrió por un hipermercado en busca de ayuda. Los agentes la socorrieron e iniciaron una investigación al sospechar que pudiera ser víctima de una red de trata.

Esta semana la Audiencia Provincial ha sentado también en el banquillo a una mujer marroquí, a quien la Fiscalía acusa de ese mismo delito. El Ministerio Público sostiene que captó a una compatriota con falsas promesas de empleo para luego intentar obligarla a prostituirse. La víctima se resistió y denunció los hechos ante la Policía, pero la Fiscalía pide seis años de cárcel al entender que hubo delito.