El juzgado de instrucción número 1 de Vila-real investiga un posible caso de malos tratos en el ámbito doméstico a una joven, de 18 años y origen magrebí, en el cual la colaboración ciudadana ha resultado fundamental. Los hechos sucedieron el pasado día 14, a las puertas de un instituto de Burriana, donde el padre de una alumna, presuntamente, la cogió por la fuerza y la metió dentro de un coche al verla hablar con un compañero de clase, pegándole en el interior del vehículo. Así lo vieron varios testigos a mediodía, sobre las 13.00 horas.

Este no fue, sin embargo, el único altercado protagonizado por la familia de la víctima, ya que minutos más tarde de lo ocurrido en el centro de estudios, las autoridades recibieron una alerta vecinal en la que varias personas advertían de que se estaba produciendo una agresión a una chica cerca del polideportivo de la calle La Bosca. Una patrulla de la Guardia Civil se trasladó a la zona y separó a los presentes, según han explicado a este diario testigos directos de lo ocurrido.

La adolescente se encontraba allí muy nerviosa y presentaba algunas lesiones en la cara. Los vecinos contaron a los agentes que habían visto cómo la madre de la chica la cogía por el pelo y la arrastraba hasta un callejón, mientras ella gritaba y pedía auxilio. La progenitora, al ver aparecer a los guardias civiles, dijo que se trataba de su hija, intentando justificar la situación.

ATEMORIZADA

La afectada estaba atemorizada y repetía que era víctima de malos tratos habituales, por lo que fue derivada a un centro médico para ser reconocida. Su progenitor, uno de los presuntos autores de las citadas agresiones, se personó en las instalaciones sanitarias y acabó en el cuartel. Al parecer, la joven sostiene que ha sido víctima de agresiones físicas en otras ocasiones por parte de su padre por motivos como haber llegado tarde a casa o haber hablado con chicos.

Asimismo, afirma ser objeto de amenazas por parte de su padre, que le dice que si no le hace caso la matará o que la enviará de vuelta a su país y la dejará allí. La justicia ha citado a declarar a los implicados en la presunta agresión a la joven y debe decidir ahora si existe delito de malos tratos en el ámbito familiar.

La Audiencia Provincial condenó el pasado año a una madre de Castellón por encadenar a su hija de 15 años en casa, tras escaparse la menor del domicilio, robar y no acudir al instituto. El tribunal la sentenció a la pena de un año y medio de prisión por un delito de detención ilegal con la circunstancia atenuante de arrebato. En ese caso, los magistrados determinaron que la madre actuó de manera ilegal ante el «desbordamiento que sentía».