El mercado de los seguros de salud se divide, a grandes rasgos, en cuatro tipos de pólizas, que a su vez pueden tener distintas modalidades. Los principales son los de asistencia sanitaria, que brindan atención médica y quirúrgica a través de una red de clínicas y facultativos con los que la compañía tiene firmados contratos, y el reembolso de gastos, por el cual el cliente puede elegir médico y centro fuera del cuadro de la compañía aseguradora, que después abonará el coste en su totalidad o de una manera parcial.

Hay también ciudadanos que cuentan con otro tipo de póliza no tan numerosa, como es la de subsidio, que concede indemnizaciones al cliente en caso de baja, y otra modalidad, la de las pólizas dentales, que también han ido al alza en los últimos años.

Frente a los seguros individuales, los colectivos también ganan terreno. «Fuerte crecimiento de las primas de Salud colectivos a lo largo de estos años. Hay una fuerte incremento de las coberturas de salud en empresas e instituciones, como el beneficio social más valorado por los empleados», aseguran en todas las compañías consultadas. De hecho, se trata de un sector muy competido, donde se concentran el mayor número de operadores en búsqueda de crecimiento.

Los seguros colectivos crecen con fuerza en la provincia (a nivel nacional la tendencia es idéntica) y lo hacen, entre otras razones, por las ventajas fiscales que obtienen las compañías que ofrecen el seguro de salud a sus empleados: pueden reducir en el impuesto de sociedades el 100% del coste que asumen, mientras que para los trabajadores sólo se considera retribución en especie la parte de la prima que supere los 500 euros anuales.