La compañía de teatro Malabó protagonizó, durante la noche de ayer, una representación familiar en la plaza de la Iglesia de Orpesa bajo el nombre de El Cirquito.

Esta actuación se enmarca dentro de las noches de dinamización turística en el casco antiguo, que ha programado la Concejalía de Cultura hasta el final del mes de agosto. Los variados espectáculos tienen lugar a las 22.00 horas y están dirigidos a todos los públicos.

Los protagonistas de esta nueva puesta en escena fueron dos artistas del Gran Circo Escarlata, Rebeco y Calista, quienes despiertan un día de buena mañana con un cartel donde se puede leer: “Deshauciado” en la misma puerta del circo. La carpa y el resto de carromatos han desaparecido y ellos tienen al público esperando ver una de sus funciones. Ambos se las ingenian para salir adelante por sus propios medios, con ideas alocadas pero ingeniosas para no defraudar a los asistentes.

Una actuación que produjo las risas y sorpresas del público, formado por pequeños y mayores. En cuanto al próximo espectáculo en esta plaza de la Iglesia se representará el 31 de agosto, cerrando las jornadas de ocio de la ciudad.

homenaje de poesía // Por otra parte, siguiendo con la apuesta por el ocio y sobre todo, la cultura, Orpesa ha homenajeado a otro artista de la poesía española.

Como cada año, en el recorrido poético se recuerda a un poeta y se rescata un verso de su amplia obra para que presida uno de los rincones del casco antiguo.

En esta ocasión ha sido el turno para Leopoldo Panero, enmarcado dentro de la poesía contemporánea y más concretamente en el grupo de los novísimos.

Desde el martes, en la placa de cerámica que preside una de las farolas de la ruta poética, se puede leer: “La tarde baja, lenta, por los senderos verdes, calientes de retama”, corresponde a un extracto de la obra Por dónde van las águilas, de Leopoldo Panero.

Las noches de poesía ya tienen una parada más en la calle San Antoni. Con ésta ya son quince las luces con versos de artistas españoles de todos los tiempos. H