A lo largo del 2018, como consecuencia de las diferentes campañas de control del tráfico urbano desarrolladas por la Policía Local de Vila-real, se identificó y puso a disposición judicial a un total de 86 conductores que circulaban incurriendo en algún delito contra la seguridad vial, según se desprende del informe anual presentado por el Ayuntamiento.

No disponer de permiso de conducir, negarse a realizar las pruebas para la detección de alcohol y drogas o estar al volante ebrios fueron algunas de las infracciones detectadas por los agentes.

De las 86 personas que acabaron ante el juez, 58 conducían bajo los efectos del alcohol en diferentes grados; 16 no tenían el carnet oficial; seis no quisieron realizarse las preceptivas pruebas y tres fueron interceptados por conducción temeraria. Por último, desde la Policía Local destacan que dos personas fueron detenidas por circular después de haber consumido estupefacientes y una, por imprudencia grave con resultado de lesiones.

DELITOS COMUNES / Con relación a este balance anual, desde el Ayuntamiento se recuerda que «según el Instituto Nacional de Estadística, en la Comunitat Valenciana, uno de cada cuatro ilícitos penales corresponden a este tipo de delitos, cuya competencia investigadora recae, en casco urbano, en las policías locales».

Vila-real cuenta con una Unidad de Atestados integrada por 12 agentes «especializados en la materia». Estos policías cuentan con «recursos técnicos específicos para encargarse de instruir este tipo de incidencias».

Las personas que incurren en estos delitos contra la seguridad vial se enfrentan «a penas de entre tres meses y un año de cárcel, multas de hasta doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad hasta de 90 días, además de la retirada del carnet».