La nueva plaza surgida del derribo del polideportivo Campió Llorens y ubicada frente al Estadio de la Cerámica -que muchos ciudadanos ya han bautizado como la plaza del Madrigal-- será el escenario de la jura civil de bandera que tendrá lugar el próximo 28 de octubre en Vila-real. Así se acordó durante la junta de seguridad extraordinaria celebrada en la mañana de ayer en el salón de plenos del ayuntamiento para iniciar la puesta a punto del acontecimiento, con la presencia, entre otros, del alcalde, José Benlloch; el subdelegado del Gobierno, David Barelles; y altos mandos de la Comandancia Militar de Valencia y Castellón.

Tras el encuentro, Barrelles explicó a Mediterráneo que prevén que participen «unos 400 jurandos y alrededor de 800 invitados, a los que hay sumar la fuerza militar desplegada, lo que elevará la cifra a unas 1.200 personas».

En cuanto a las medidas que se tomarán para garantizar la seguridad de los asistentes al evento y de los espectadores, el subdelegado concretó que se tratará de un dispositivo similar al que se pone en marcha entre el Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local cuando hay partidos de fútbol, «con la única diferencia de que en los encuentros deportivos hay acceso libre de ciudadanos a pie, mientras que para este acto se requerirá la correspondiente acreditación, ya que el espacio se acotará con unas vallas».