El Ayuntamiento ha renovado los pivotes instalados en la zona peatonal de Ramón y Cajal para aplicar las protecciones contra el orín canino que ya se llevaron a cabo en la sustitución de las farolas de la localidad con la finalidad de evitar la corrosión de los postes del alumbrado público.

El departamento de Servicios Públicos ha apostado por una empresa local para llevar a cabo estos trabajos, los cuales se enmarcan dentro de las labores de mantenimiento del municipio. El invento, creado por una empresa vila-realense, con la colaboración y el apoyo del consistorio, consistió en colocar una base de resinas que impide el contacto de la orina con el hierro de la farola. A ello se sumó el grabado de un número, que coincide con el del portal frente al que se ubica la luminaria, y el nombre de la calle o avenida. Y es que esta cifra sirve como identificación de cada punto de luz, sumado a la denominación del vial, lo que permite agilizar la respuesta del personal de Servicios Públicos en el caso de producirse alguna avería o cualquier otro incidente.

La aplicación de este tratamiento permitirá, según fuentes municipales, un ahorro a largo plazo, pues además de mejorar la seguridad para evitar su deterioro, se alarga la vida útil de los pivotes y no serán necesarias seguidas sustituciones. H