El Villarreal ha conseguido un importante impulso moral al término de la 24ª jornada de LaLiga, en la que por fin ha conseguido instalarse en plaza europea (sexto, a solo dos puntos de la zona de Champions) tras varios intentos fallidos en el presente ejercicio. Los de Calleja no estaban en plazas de competición continental al final de una jornada desde la última fecha de la temporada 2017/2018. El 19 de mayo del 2018 el intrascendente empate (2-2) ante el Real Madrid en La cerámica cerraba una temporada en la que el Submarino se ganó el billete directo hacia la fase de grupos de la Europa League, con la quinta posición en la tabla.

Desde entonces, los amarillos no pisaban suelo europeo hasta este fin de semana. Han tenido que transcurrir casi dos años (21 meses) para ver al Villarreal de nuevo entre los seis primeros de la clasificación, lo que se logró tras el ajustado triunfo ante el Levante, con la ayuda del encuentro aplazado Eibar-Real Sociedad en el que los donostiarras podían haber asaltado la sexta plaza desplazando a los de Calleja.

LA EVOLUCIÓN

Durante toda la pasada campaña 2018/2019, con el equipo coqueteando peligrosamente con los puestos de descenso, el Villarreal no logró ocupar plaza europea en ninguna de las 38 jornadas; lo más cerca que estuvo fue a la conclusión de la sexta jornada, tras la que se quedó a únicamente dos puntos de la zona noble.

Esta temporada, colocarse entre los seis primeros de LaLiga le ha costado mucho trabajo al Submarino, que incluso se quedó más o menos lejos durante el bache de finales de noviembre y principios de diciembre, cuando llegó a estar siete puntos tras la 15ª jornada. La reacción posterior ha acabado por tener el premio esperado, aunque los amarillos deberán defender su nuevo estatus en las próximas semanas ante dos directísimos rivales ya no solo por plaza de Europa League, sino también de una Champions a la que los groguets no renuncian. Atlético y Athletic Club serán dos durísimas pruebas. Y, además, a domicilio.