Han acaparado todos los premios más importantes de la recién terminada Feria de la Magdalena. Son, por tanto, los grandes triunfadores del ciclo taurino. Se trata del torero Tomás Rufo y de la ganadería Hnos. García Jiménez. El diestro toledano ha sido proclamado triunfador de la feria por Satine, con el recién instaurado Trofeo Joselito El Gallo al mejor torero del ciclo. También obtiene, por segunda vez, el Trofeo Magdalena que concede el Club Taurino.
Dos premios de máxima categoría y relevancia para reconocer las tres orejas que cortó en la corrida del viernes 8 de marzo y, sobre todo, recompensar su actitud, disposición, valor y buen hacer de este torero que, tras su paso por esta plaza, vuelve a ser uno de los nombres propios para la temporada, como ya pasara en 2022 con aquellas cuatro orejas que sirvieron como premonición de una gran campaña. «Es una muy buena señal y una muestra de que mi idilio con Castellón sigue creciendo. Afronté esa tarde con mucha tranquilidad porque conocía que Castellón es mi plaza talismán y sabía que podían pasar cosas importantes... Y así fue», confiesa Rufo.
Tomás Rufo cortó tras orejas la tarde del viernes 8 de marzo a dos toros de Juan Pedro Domecq. Abrió la puerta grande junto a Andrés Roca Rey.
Tres años consecutivos como triunfador de la Magdalena le convierten en un torero con fuertes nexos con la Plana. «Me siento muy querido y enormemente respetado. Es una feria en la que todos los años me hace mucha ilusión torear porque hay un vínculo creado con esa afición y noto su calor. Aunque uno va con las figuras, yo percibo que tengo mi tirón en Castellón, hay gente que va a verme», expone el de Pepino.
Un triunfo que marca
Era su primera corrida de la temporada y arrancarla así, con este aldabonazo, supone un aviso a navegantes: «Empezar pegando un golpe sobre la mesa significa muchas cosas: Que te has preparado este invierno, que te has sacrificado… Cuando los toreros comenzamos fuerte es bueno para todos, para la tauromaquia y para uno mismo. Un triunfo así es premonitorio para el resto de la temporada, después casi todo va encarrilado por el buen camino. Ese golpe en esta plaza marca mucho el resto de la temporada, en este caso para bien. Por eso fui muy preparado y mentalizado y se vio reflejado. Estuve muy a gusto a pesar del fuerte aire».
La corrida de Hnos. García Jiménez fue la mejor presentada de la Feria y la de mejor juego, con dos toros muy importantes: los lidiados en 1º y 5º lugar.
Fueron tres las orejas que cortó, más que ningún diestro. Pero más allá de los trofeos, la sensación de ser un torero con gran ambición es lo que más quedó en el ambiente. «Lo que nunca te puedes dejar atrás a principio de campaña son las ganas, la ilusión, la ambición por querer hacer cosas y por ser el mejor. Eso es tan importante como torear o intentar torear bien. Todo debe ir de la mano, uno tiene que intentar plasmar grandes faenas pero sin perder esas ganas por arrollar y querer un líder», concluye.
La ganadería
Ha habido unanimidad en reconocer a la ganadería de los Hermanos García Jiménez como la triunfadora de la Magdalena 2024. Se ha llevado el premio Satine a la mejor corrida, el premio Embistiendo hasta el final del Casino Antiguo-Círculo Taurino de Borriol y la Divisa de Honor del Club Taurino por el toro Boticario, nº 163, lidiado en 5º lugar. Jorge García Jiménez asegura estar «muy contento porque la corrida fue muy completa, tuvo mucha movilidad y hubo dos toros muy importantes, 1º y 5º. Me siento orgulloso. Los toreros estuvieron bien y de haberlos matado hubieran cortado más orejas», confiesa Jorge, que además es empresario de la plaza de toros. Este hecho le llevó a «apostar por una corrida más seria y mejor presentada».
La base de García Jiménez es Jandilla, adquirida en 1987 a Borja Domecq, refrescada solo en parte con sementales de Justo Hernández.
El ganadero matiza que, «para hacer el toreo, me decanto por el primero, y para el aficionado fue mejor el quinto, era muy bravo». La divisa atraviesa un momento dulce, aunque el salmantino prefiere ser cauto: «Esto es cuestión de ir poco a poco, paso a paso».
Con simiente Jandilla desde 1987 --cuando Jorge tenía siete años--, actualmente se ha incorporado algún goterón de Garcigrande. «Es cierto, a veces me deja algún semental», confiesa. Y eso se notó en ese quinto toro, Boticario, que tenía «un toque», según desvela Jorge que, junto a su hermano Toño, son los responsables del hierro que pasta en Salamanca. Admite que ambos hermanos están «gratamente satisfechos por haber sido reconocidos por la afición de Castellón, que es muy entendida», concluye el ganadero.
