La noticia de un nuevo robo en joyerías suena ya a un suceso habitual en las páginas de los periódicos, como consecuencia del elevado número de acciones delictivas en este tipo de establecimientos en la provincia. Castellón, Vila-real, Almassora, Burriana, Segorbe... ninguna población se está librando de la acción de las bandas que se dedican a asaltar los comercios.

Más de un propietario ha sufrido en sus propias carnes la violencia de los delincuentes, con agresiones físicas si han intentado hacer frente a los ladrones para evitar que su joyería fuera saqueada o, como mal menor, han tenido que permanecer maniatados en algún rincón a la espera de ser liberados. Impotencia, rabia y resignación mostraban ayer los dueños de la joyería de Segorbe tras ser asaltados.

Esta cruda realidad viene a constatar la urgencia de algún tipo de acción que se plasme en una mayor prevención de estos delitos y, paralelamente, un incremento de la vigilancia policial que frene la acción de los delincuentes. La seguridad es una demanda general de la ciudadanía, pero en estos casos se trata de algo prioritario ante la avalancha de robos.