El PSOE ganó las elecciones generales el pasado 9 de marzo, por lo que José Luis Rodríguez Zapatero será el encargado de formar Gobierno en Madrid, si bien ha quedado claro también en las urnas que para los castellonenses el Partido Popular representa la mejor opción de futuro, tal y como han reflejado el incremento de votos en a nuestra formación en la provincia de Castellón y en el conjunto de la Comunitat Valenciana. Por eso motivo, y después de cuatro años de inacción de Gobierno de Zapatero en la provincia de Castellón, es la hora de ejecutar los compromisos asumidos, por todos conocidos, y sobre todo, es la hora de empezar a poner fechas a todos ellos.

Y es que la pasada legislatura del PSOE de Madrid ha dejado bien claras cuáles son sus prioridades a la hora de invertir, entre las que desde luego no estaba Castellón. Entre el 2004 y el 2008, los castellonenses hemos visto cómo no se ha acometido ninguna infraestructura de las consideradas trascendentales: No se ha desdoblado la N-340 a su paso por Castellón, Benicàssim, Oropesa ni ejecutado la variante del Maestrat entre Vinaròs y Benicarló. Precisamente, en los últimos días, se han licitado los proyectos constructivos de algunos de ellos, y la conclusión puede ser una: que en este tiempo no se ha querido hacer nada, a pesar de tenerlo todo listo, y ahora todo son prisas.

Tampoco se ha avanzado ni un ápice en la construcción del AVE Valencia-Castellón o en el enlace ferroviario al Puerto de Castellón. El corredor mediterráneo no está ni se le espera, la prolongación de la Autovía de la Plana desde Vilanova d´Alcolea a Tarragona está olvidada en un cajón y la mejora de la N-232 está en trámite, después de que el PSOE decidiera desandar los avances administrativos y empezar de nuevo de cero. ¿Dónde está la celeridad que según los socialistas iba a suponer para los castellonenses la llegada de Zapatero al Gobierno? Palabras, buenas intenciones y ningún kilómetro de carretera más, salvo aquellos que el PP dejó en obras en la etapa de Aznar: la variante de Almenara y la autovía del Puerto. Nada más.

En materia hídrica, María Teresa Fernández de la Vega firmó personalmente el decreto de derogación de un proyecto cuyas obras ya se habían iniciado en distintos puntos. Tan solo se ha tramitado la construcción de dos plantas desalinizadoras, de las que no se ha puesto ni siquiera la primera piedra, y tampoco se han puesto en marcha los pozos necesarios para abastecer de agua al interior, a pesar de haberlos planteado la Diputación de Castellón por unanimidad a instancias de la Mesa del Agua, integrada por todos los partidos. En este punto, sería importante recordar que los socialistas aseguraron que el Plan Agua, sustituto del PHN del PP, traería agua más rápida y más barata, pero de momento no ha llegado ni un hectómetro más y todo apunta a que, desde luego, no será más económica.

Ante este panorama, lo único que se le puede exigir al PSOE de cara a los próximos cuatro años es que pase de las palabras a la acción, ya que justamente ha hecho lo que precisamente dijo que no iba a hacer: la cárcel de Albocàsser, que se inaugurará antes del verano, en un momento en el que los funcionarios de prisiones están denunciando que la población reclusa del centro Castellón I duplica el aforo para el que fue concebida esta instalación.

El Partido Popular, bajo la dirección de Carlos Fabra en Castellón y de Francisco Camps a nivel autonómico, va a seguir reclamando aquello que cree justo e imprescindible para el futuro de la provincia: más infraestructuras, una garantía de agua que solo puede asegurar el trasvase de sobrantes del Ebro, más seguridad ciudadana y una mayor financiación para atender el incremento de la población. Y todo ello requiere fechas, plazos y compromisos. El PP está dispuesto a dialogar y consensuar cada uno de estos puntos, pero para ello, antes tiene que haber una voluntad de asumirlos por parte de Zapatero, algo que hasta la fecha no ha ocurrido.

Vicepresidente primero de la Diputación

Provincial de Castellón